Por Nadia Sotelo
2020 será recordado como un año perdido, de eso no hay duda posible. En Argentina hay cuarentena desde fines de marzo y esta situación parece prolongarse por mucho tiempo más, todos los días aparecen casos de contagio de coronavirus y lamentablemente también, víctimas fatales.
Pareciera como si esta enfermedad viniera a acabar con la sociedad, con la humanidad tal cuál la conocemos. Barbijos, alcohol en gel y la imposibilidad de abrazos, besos y caricias están presentes en este momento de salud crítico; que no se sabe con certeza cuando finalizará. Sin embargo, los artistas ponen el pecho ante tanta amargura y desolación, provocando que los habitantes se olviden por un momento de tan desastrosa y anormal situación.
Música, películas y series, están siendo una parte esencial para el ser humano. Los vivos de Instagram, YouTube y Facebook, dan un poco de alegría a las personas que desde el confinamiento, no pueden salir de los hogares. Además, muchos de los artistas tienen el momento de interactuar más con sus seguidores y hay un montón de nuevos talentos que están mostrando sus dones, a través de las redes sociales.
Siempre se repite esa canción de “Quedan los artistas” y es una realidad comprobada. El arte sana, transmite y permanece. Que una persona consiga una sonrisa o distraerse por un minuto de tanta noticia maligna, es una bendición. La cuarentena se mantiene y no se sabe cuándo terminará; mientras tanto, los artistas vienen a sanar esas heridas que sangran, a aliviar un poco el dolor, a tratar de trasmitir un mensaje de esperanza y de salvación.
Mientras haya arte, habrá fe. Compañía sincera, felicidad y bienestar; a veces las matemáticas no pueden arreglar todo, a veces, el solo hecho de escuchar una canción puede brindar 20 años más de vida a una persona.