“Ribetes en tu piel rojos quedaron”: Crítica de la obra de teatro

Por Nadia Sotelo

Todos los domingos a las 18 hs, el teatro Hasta Trilce (Maza 177 – CABA) presenta una maravillosa obra de teatro titulada: “Ribetes en tu piel rojos quedaron”, con la interpretación de María Nydia Ursi Ducó en los papeles de Estelita y el Hombrecito, además del magnífico acompañamiento musical de piano, de la mano de Florencia Caruso. El texto pertenece a Darío Bonheur y la dirección es de Eloísa Tarruella.

Ingresar al teatro es de ensueño, hay una pequeña confitería en donde las personas pueden tomar un café, mientras aguardan la función en compañía de música tranquila y, diferentes insignias de arte que se encuentran en las paredes, tales como cuadros o reliquias antiguas. El incienso brinda un exquisito aroma en el ambiente. A la hora de cruzar hacia la sala teatral, se puede observar que es muy amplia y las butacas son muy cómodas. Lo primero que se visualiza en el escenario es una bella melodía de piano, realizada por Florencia Caruso, dos cortinas que tienen impresas notas musicales y tres figuras de forma triangular de color rojo en el piso.

María Nydia Ursi Ducó es la encargada de darle voz, a un ambiente cargado de música de piano. Realiza dos papeles y, en el primero interpreta a Estelita, una amante de la música que no alcanzó la fama, pero que disfrutó hasta el último momento de su maestra de piano Virginia. Cada vez que cuenta su historia, representa a esos millones de estudiantes que veían como los profesores les daban empuje para perseguir sus sueños, invitándolos a soñar y, a seguir practicando. Estelita no conoció el estrellato, siempre vivió a la sombra de su profesora, pero ella se sentía feliz siendo pasadora de páginas en los conciertos de piano.

Un acontecimiento la obliga a despedirse de su profesión, pero sus recuerdos y la música la ubican en el tiempo presente y la hacen reflexionar, preguntarse sobre lo que fue su trabajo, lo que consiguió y lo que le hubiera gustado vivir. Cuando concluye esa historia, la actriz sale de escena, el piano se cierra y se da paso a la segunda historia. María Nydia Ursi Ducó vuelve a ingresar al escenario, pero con un personaje diferente, esta vez interpreta al Hombrecito y, Florencia Caruso, regresa para dar puesta musical al ambiente. Ribetes en tu piel rojos quedaron, cuenta con una excelente iluminación que, permite evocar de manera precisa cada escena que realiza la actriz.

En la segunda interpretación que se realiza en escena, se puede observar una silla de ruedas y un hombrecito con ganas de volver al escenario, luego de 10 años de ausencia. La historia que se relata es la de una persona que toda su vida quiso ser pianista, pero las circunstancias de la vida le hicieron vivir otra experiencia. Tanto la historia de Estelita como la del Hombrecito, se cruzan en un universo musical, con sueños que no se llegaron a cumplir y, con la sombra de lo que pudo haber sido la fama.

Aplausos que no se dieron, la memoria siempre presente en el momento de la gloria personal, en el caso de Estelita su profundo amor por la música y el día en que se enamoró de ella con tan solo 11 años y cuando empezó con las clases de piano. En cambio, el Hombrecito fue feliz al ganar un premio de música, pero su sueño no pudo concretarse a través del tiempo. Ribetes en tu piel rojos quedaron, retrata el mundo de las personas apasionadas por la música que no siempre tienen el talento que se necesita para triunfar o, las oportunidades, pero que siempre se encuentra el momento adecuado para disfrutar de lo que se ama. Entre lágrimas, drama y emoción, se le presenta al espectador la vivencia de dos personas comunes, que persiguen sus sueños y no consiguen alcanzar el reconocimiento que se merecen. Se reflexiona sobre la importancia de reconocerse como uno es, que no todos lograrán lo que sueñan, pero que se podrá disfrutar de aquellos momentos para disfrutar de la pasión, de los recuerdos de las experiencias más dichosas y, de lo que provoca la música en las personas.

Cada vez que Florencia Caruso toca el piano, el escenario se transforma con una impronta musical que inunda cada interpretación de María Nydia Ursi Ducó. Florencia destaca por sus bellas melodías, que presenta maravillosamente en el piano, su interpretación no solo la muestra como la excelente música que es, sino como una actriz que marca con su presencia musical cada una de las escenas.

María Nydia Ursi Ducó es fantástica, realiza los dos papeles de una manera asombrosa y, provoca el deleite de los espectadores. Hasta incluso, causa risa en algunas de sus actuaciones en la obra, meterse en estos dos personajes no es una tarea sencilla, la carga de los monólogos y el drama que se vive detrás de lo que cuenta es algo difícil de interpretar y, María Nydia Ursi Ducó lo cumple de maravilla. Es una excelente actriz.

Ribetes en tu piel rojos quedaron, es una muy buena obra. El libreto es impactante e invita a la reflexión. Muchas veces no se trabaja de lo que a uno le gustaría, pero siempre encuentra el momento adecuado para disfrutar de la pasión; aquí se observa esta situación y se piensa en lo que es estar del lado de la sombra, de lo que se quiso y de lo que no se pudo, de los bellos recuerdos que se experimentaron y de esos sueños que, aunque se encuentren ocultos, nunca se fueron del corazón.

Funciones: Domingos 18:00 hs

Teatro: Hasta Trilce (Maza 177 – CABA)

Duración: 60 minutos

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FICHA TÉCNICA

Autoría: Darío Bonheur

Actúan: Maria Nydia Ursi-Ducó

Diseño de vestuario: Sabrina López Hovhannessian

Diseño de escenografía: Sabrina López Hovhannessian

Realización de escenografia: Julieta Muro Frangi

Música En Escena: Florencia Caruso

Diseño De Iluminación: Carolina Rabenstein

Fotografía: Adrián Arellano

Diseño gráfico: Juan Francisco Reato

Asistencia de dirección: Alejandro Charo

Prensa: GarBo Prensa

Producción Ejecutiva y Artística: Ale Garcia

Dirección Audiovisual: Cristian Holzmann

Dirección: Eloísa Tarruella

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Génesis: Crítica de la obra de teatro

Por Nadia Sotelo

Los sábados a las 22: 30 hs, el teatro Multiescena (Av. Corrientes 1764, CABA) presenta Génesis, una obra que lo tiene todo y, en donde las risas están aseguradas. El teatro es muy grande, lo que permite que desde cualquier butaca se pueda apreciar el excelente trabajo de los actores, dispone de 3 filas y de 2 salidas por escaleras, consiguiendo que la salida del lugar se produzca sin inconvenientes.

El espectáculo se desarrolla en la Sala 1, cuenta con una muy buena iluminación e incluso, pueden observarse efectos de humo en algunos momentos. Los encargados de interpretar esta obra son: Gastón Ares, en el papel de Rubén, Flor Cappiello como Pocha y, Gonzalo Gravano interpreta a Génesis. Está escrita y dirigida por Ezequiel Sagasti.

Génesis cuenta la historia de dos hermanos que viven juntos y no se llevan bien, son muy diferentes y eso provoca muchos problemas, en especial para Pocha. Este personaje se caracteriza por ser una estudiante de física que, desea rendir su último final para concluir con sus estudios universitarios, pero su hermano la interrumpe y no la deja estudiar. Rubén, se encuentra experimentando un renacer espiritual y plantea que todas las cosas que suceden, ocurren por algo y, busca su fundamento en un libro que atesora para responder todas sus inquietudes.

Su hermana Pocha desconfía de todas estas cosas y se siente perturbada por lo que hace su hermano. Sin embargo, lo quiere y lo ayuda en todo lo que necesite, pero ocurrirá algo que cambiará sus vidas para siempre. Un problema hará que contraten a Génesis, un plomero que les ayudará a reparar un desperfecto que imposibilita el desarrollo habitual de la casa. Los actores son increíbles, cada uno demuestra sus grandes dotes actorales en las escenas que les corresponden. Una obra que se encuentra plagada de momentos para la risa, las situaciones que se viven invitan a reír sin parar.

Gastón Ares, realiza un papel fabuloso, interpreta a una persona que ha cambiado su vida a través de un despertar espiritual. Lo que implica colocarse en la mente de una persona que experimenta una filosofía de vida que, se diferencia del resto y que propone una existencia en donde todo tiene respuesta. No es fácil ponerse en un lugar como ese y Gastón, lo realiza de una manera extraordinaria. Prácticamente, todos sus diálogos causan gracia, por la manera en que actúa y las situaciones que debe interpretar.

Flor Cappiello, no necesita mucho para hacer su personaje. Una computadora, un termo y, apuntes de Física, son suficientes para lograr su excelente puesta en escena. Pocha, el papel que interpreta, es el de una estudiante que se encuentra por vivir uno de los momentos más importantes de su vida: su último final. Sin embargo, tiene un hermano que no la deja en paz a la hora de estudiar. Realiza un muy buen papel como Pocha, sus momentos de desahogo cuando se va su hermano son muy chistosos y, hacen reír al público.

Gonzalo Gravano interpreta a Génesis, un plomero que no ha recibido las mejores condiciones laborales en sus antiguos empleos y, que teme ingresar a la casa de Pocha y Rubén. Gonzalo interpreta de maravilla, desde el momento en que habla por primera vez, llena de risas a todos. Además, Génesis se muestra tímido y piensa que existe un vínculo diferente entre los hermanos, que no es verdad. Será el encargado de llevar a cabo la historia.

Un espectáculo para reír y pensar. Una obra que invita a debatir sobre la hermandad y que permite que cada uno sea como quiera ser, siempre que no moleste al otro, que lo complemente y que le ayude en lo que necesite. También, implica que a veces, es necesario contar con la colaboración de una persona externa para que las relaciones mejoren o, se miren desde otra perspectiva. Un libreto maravilloso, para disfrutar y pensar en las relaciones humanas y en los vínculos afectivos.

Funciones: Sábados 22:30h

Teatro: Multiescena (Av. Corrientes 1764, CABA)

Entradas: $1400

Duración: 60 minutos

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Ficha técnica

Elenco:  Gastón Ares y Flor Cappiello y Gonzalo Gravano

Dirección y Dramaturgia: Ezequiel Sagasti.

Asistencia: Daniela Delechaux

Música Original: Simón Bosio

Producción General: Geluk y El Karma

Prensa: Entre Líneas

“La Traviata”: Crítica de la obra de teatro

Por Nadia Sotelo

El teatro IFT (Boulogne Sur Mer 549 – CABA) es el encargado de representar, una de las óperas más famosas de todos los tiempos. La traviata vuelve al teatro, de la mano de grandes artistas que conforman la compañía lírica G. VERDI y, que evidencian todo su potencial actoral y musical en el escenario.

La traviata, cuenta la historia de una cortesana llamada Violetta Valery que, se encuentra festejando la recuperación de una grave enfermedad, para ello realiza una fiesta y conoce a un hombre de buena reputación que se enamora de ella. Violetta está acostumbrada a vivir libremente, a disfrutar del placer y del encanto de tomar vino; de no tener que responderle a nadie y de vivir haciendo lo que le gusta.

Si bien, esta obra habla del siglo XIX, no se han terminado los juzgamientos hacia las mujeres que desean disfrutar de su cuerpo como quieran, se las sigue sometiendo al prejuicio y a la desvalorización. Violetta no se cree merecedora del amor de un hombre, pero este sentimiento le traspasa su corazón y termina enamorándose de Alfredo, deja todo por amor y su situación económica se dificulta.

Tanto es así, que tiene que vender todas sus pertenencias para seguir viviendo con el amor de su vida; para cumplir con este objetivo espera una visita muy importante, la de un comprador que se llevará todos sus muebles a cambio de dinero. Sin embargo, quién ingresará por la puerta será el padre de Alfredo que, la obliga a separarse de su hijo, alegando que su estilo de vida ha destruido la reputación de la familia.

La Traviata cuenta una historia de amor, tragedia y prejuicios. Donde estos últimos, permitirán que una persona pueda ser feliz o no, Violetta dejó su pasado atrás y se entregó al amor de Alfredo, pero se la sigue juzgando por su vida anterior, sin brindarle una nueva oportunidad para ser feliz. Amar no debería ser juzgado, cada persona debería hacer lo que quisiera sin que se le reclame absolutamente nada.

La orquesta es maravillosa, cada uno de los instrumentos logran un sonido de potencialidades únicas, para disfrutar de las diferentes escenas de la ópera y para resaltar las voces únicas de los cantantes. Al tratarse de una obra subtitulada al castellano, se requiere de una lectura atenta para seguir el relato, pero hay ocasiones en que las voces son tan maravillosas que, hacen que se absorba toda la atención en ellas.

El coro es fabuloso, sus actuaciones son brillantes y se disfruta cada uno de los pasos que realizan en el escenario. El accionar de facundo Sacco, el joven director de orquesta es fascinante, es el encargado de dar vida a la obra para que cada instrumentista cumpla con el trabajo en tiempo y forma y es admirable. Se lo puede ver en los cuatro actos que dura la obra y siempre se encuentra impecable.

Violetta Valery es representada por Mónica Ferracani y Virginia Lía Molina, tuve el placer de ver actuar a Virginia Lía Molina y solo puedo aplaudir cada una de sus apariciones. Tiene una voz única, una cantante soprano inigualable, alcanza notas agudas de manera espectacular y actúa con una potencia increíble. Su última escena es digana de todos los aplausos que se puedan brindar, todo lo que muestra lo hace parecer como realidad, al punto de experimentar lo que Violetta Valery siente.

En el papel de Alfredo se encuentra Nazareth Aufe y Sebastián Russo, vi la interpretación que realizó Nazareth Aufe y puedo decir que es fantástica. El tenor muestra su voz incomparable y actúa muy bien, me encantó cuando cantaba junto a Virginia, sus voces al unísono eran increíbles.

Gabriel Rabinovich interpretó a Giorgio Germont, padre de Alfredo y realizó un cuadro de magnitudes superlativas, con su brillante voz. Aunque, en la historia fue el más villano y, resultó siendo el odiado por los espectadores, su actitud maligna al obligar a que Violetta se separe del amor de su vida y su voz maravillosa, hicieron que fuera una de las mejores actuaciones de la ópera.

La traviata, es una obra que no pasa de moda, una belleza que Verdi supo crear hace muchos años. Los músicos y la iluminación, en cada cambio de escena, son fascinantes. Un espectáculo para disfrutar y aplaudir de pie, una historia triste en donde el prejuicio hacia la mujer se sigue reproduciendo y una mirada hacia un cambio que es posible, si se comienza por abandonar los prejuicios.

Última Función: Domingo 27 de Marzo a las 17:30 hs

Teatro: IFT (Boulogne Sur Mer 549 – CABA)

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FICHA TECNICA:

Título: La Traviata (La extraviada)

Autor: Verdi

Libreto: Piave

Ópera Completa con Coro y Orquesta

Violetta: Mónica Ferracani, Virginia Lía Molina

Alfredo: Nazareth Aufe, Sebastián Russo

Giorgio Germont: Leonardo Estévez, Gabriel Rabinovich

Flora Bervoix: Laura Dominguez

Annina: Sol Rise , Cristina Fantoni

Barón Duphoul: Raúl Lagomarsino

Dr. Grenvil: Roberto Neugebauer

Gastón Visconte de Letorieres: Pablo Daverio

Marqués d’Obigny: Tomás Eckart

Dirección Escénica y general: Adriana Segal

Dirección Musical: Facundo Sacco

Dirección de Coro: Juan Casasbellas

Maestra concertadora: Susana Cardonnet

Coro: Aduriz Bravo Agustín, Almeida Sandra, Aranda Laura, Blanco Lucino,Cabrera Paula, Carfagna Margarita, Chavez Bruno, Cichesi Graciela, Colomo Sofía, Díaz Dávila Inés, Díaz Rondán Luciana, Drescher Claudia, Dufour Viviana, Eckart Tomás, Fantoni Cristina, Figueroa Max, Van Gelderen Aida, Lafalce Carlos, Lagomarsino Raúl, Larrea María, Llamus Rolando, Patana Mayumi, Pazzano Daniela, Peña Ariel, Piccolo Dudzien Camila, Porro Silvia, Pujalte Alejandro, Raffaeelli Sandra, Risé Sol, Rodriguez Emiliano, Valverde Morgana.

Escenografía Digital: Adri Segal

Escenografía : Luz Díaz Rondán

Diseño y Maestra de luces: Adri Segal

Maestra de subtitulados: Paula Alba y Adri Segal

Stage Manager: Lux Díaz Rondán y Juan Francisco “Kiko” Baleirón

Producción: Compañía Lírica G. Verdi

Más Prensa: Cecilia Dellatorre y Analía Cobas

Rigoletto- Crítica de la obra de teatro

                                                                                                                  Por Nadia Sotelo

El 3 de diciembre se realizó una de las obras más conocidas y espectaculares de la Ópera, se presentó “Rigoletto”de Verdi, en el teatro IFT (Boulogne Sur Mer 549 – CABA) a sala llena. Con una acústica maravillosa y una instrumentación imponente que, acompañaba a la majestuosa actuación de los actores en escena que, cantaban y representaban en italiano esta gran obra.

Un espectáculo de tres actos que, tuvo intervalos en el medio; ya que antes de comenzar el segundo y tercer acto, los actores y músicos hicieron recesos de algunos minutos, lo que permitió que muchos pudieran comprar un café, o mover las piernas. Una obra en la que el tiempo pasó muy rápido, situación que indica lo maravilloso que fue, cada una de las interpretaciones musicales y actorales del elenco.

Fueron dos horas de puro virtuosismo, escuchar esas tesituras magníficas que solo pueden realizar quiénes han dedicado su vida a la lírica, con sonidos perfectos emitidos por los tenores, bajos y sopranos: es algo increíble para ver. La ópera demuestra la tragedia que puede producir la venganza, invita a repensar la forma en la que las personas se conducen en su habitual vivir y, presenta un camino posible, el del perdón que siempre viene a salvar cualquier situación y a dejar en paz la mente y el espíritu.

La actuación de Marcelo Iglesias Reynes (Rigoletto) es impactante, descomunal, realmente consigue realizar ese papel tan complejo de bufón. A la vez que su voz es bellísima, e interpreta esa soledad de una persona que no tiene nada en la vida, que solo ha recibido penurias, pero que posee una hija: Gilda, interpretada por Paula Alba, que tiene un noble corazón. Él, la protege de todo y contra todos, no quiere que sufra, ni que pase ningún inconveniente como lo ha sido su vida. Sin embargo, ella no puede contra los impulsos de su corazón y se enamora del Duque de Mantua que, cuenta con la actuación del tenor Cristian Karim Taleb.

El coro, la música en escena, los trajes llamativos y deslumbrantes, las voces maravillosas: todo eso consigue un espectáculo único, en donde solo se pide ver más. Los subtítulos a veces quedaban congelados, pero las actuaciones eran tan imponentes que, se entendía lo que se expresaba. Por lo tanto, hasta en esa situación el virtuosismo, saldaba los inconvenientes tecnológicos que pueden suscitarse en una obra en vivo y en donde las voces, salen tan nítidas y sin problemas para su escucha.

Cada uno de los integrantes del espectáculo, propició que la ópera fuera increíble. Los aplausos asomaban en muchas ocasiones y la ovación del público se hacía escuchar, la utilización de imágenes que mostraban cambios de una escena a otra, o cuando aparece la madre de Gilda interpretada por Patricia Palmer, fueron recursos muy valiosos y que aportaron a la obra.

Paula Alba mostró todo su talento como soprano en el papel de Gilda: fue algo increíble, su voz cálida, su gran interpretación en cada uno de los actos. Aunque, era difícil sobresalir ante tanta perfección vocal interpretada por los integrantes masculinos, pudo plantarse y dejar escuchar esa fantástica voz. En el tercer acto su potencia se elevó y se la dejó escuchar con una fuerza increíble, el papel que interpretó fue uno de los más importantes de la obra y es muy bueno el mensaje que dejó.

Cristian Karim Taleb posee una voz incomparable, en cada una de sus apariciones hacía que el público se emocionara con lo que estaba escuchando y el aplauso estuviera preparado. Una voz única que demostraba su energía en cualquier espacio en el que le tocara cantar, daba gusto escucharlo y actuó de una manera asombroso. Un placer escuchar a artistas de esta categoría que, sepan utilizar su instrumento: la voz, a la perfección y que provoquen el asombro de los espectadores.

Sin lugar a dudas, la clave se encuentra en el dirección musical y coral que, permitió llevar el ritmo de los instrumentos, con las voces maravillosas en escena. Una obra grandiosa, con interpretaciones increíbles y una experiencia en vivo que es única.

FICHA TECNICA:

Título: Rigoletto

Autor: Verdi

Ópera Completa con Coro y Orquesta

Rigoletto: Marcelo Iglesias Reynes

Gilda: Paula Alba

Duca: Cristian Karim Taleb

Sparafucile: Augusto Nureña Santi

Maddalena: Bibiana Fischy

Monterone: Emiliano Rodríguez

Contessa Ceprano: Gabriela Ojeda

Marullo: Ignacio Suares Christiansen

Ceprano: Carlos Trujillo

Borsa: Ignacio Bellini

Giovanna: Vanina de Bonis

Paggio: Lourdes Baroni

Usciere: Tomás Eckart

Actrices: Rocío Rudoy, Tamara Pirillo

Dirección Escénica: Leandro Sosa

Dirección Musical: Facundo Sacco

Asistente de Dirección Musical: Laura Dambra

Dirección de Coro: Juan Feico

Orquesta Jóvenes Talentos de Buenos Aires

Coro: Miguel Saldaña, Agustín Adúriz-Bravo, Waldemar Salias, Francisco Salandra, Max Figueroa, Tomás Egüez Mendilaharzu, Fabián Acosta

Escenografía Digital: Leandro Sosa, Gastón Meza

Diseño de Luces: Alfonsina Stivelman

Vestuario: Atelier Las Piris by Tamara Pirillo

Maquillaje: Miguel Saldaña, Romina Pirillo

Producción: Celebrarte Música

Más Prensa: Cecilia Dellatorre y Analía Cobas

La voz humana- Crítica de la obra de teatro

Por Nadia Sotelo

Un canto descomunal y la compañía de un piano hacen maravillas en el teatro Empire, en el mes de la cultura independiente. En escena Elisa Calvo, una cantante soprano maravillosa que demuestra todo su potencial lírico al auditorio, bajo su papel de Ella con el que deleitará al público en un sinfín de ocasiones.

Elisa ingresa con unas flores que regalará a algún espectador del público, una obra en la que la protagonista no se encuentra en el escenario, sino que recorre todo el espacio hasta llegar al lugar indicado. En el escenario, se observan teléfonos por doquier donde la artista cantará en un perfecto idioma francés, para aquellos que no entienden lo que se dice figura una pantalla que va relatando cada una de las palabras que menciona.

Un espectáculo en el que es muy importante el tiempo, la música es la clave del drama y la que guía todo lo que vendrá. El acompañamiento del piano es preciso, excelente y fantástico, al punto de ver a la pianista volando entre partituras que, se mueven de un minuto al otro y las cuales forman parte esencial para el desarrollo de la actuación de la cantante.

La obra está basada en el texto literario de Jean Cocteau, cuenta con la dirección musical de Silvana D´Onofrio y regie Antonio Leiva. Se trata de una tragedia lírica impecable, que con tan solo un acto deja boquiabierto al público que o puede dejar de admirar a la actriz. La música, aunque forma una parte importante en el espectáculo, no lo es todo si se menciona la actuación de la soprano en escena, cada uno de sus movimientos, la impronta con la que se expone al público, el drama que expresa adquiere la cualidad de fascinante.

En algunos momentos, se pierde de vista la mirada hacia el texto subtitulado y se la observa a Elisa Calvo que presenta su actuación de tal manera que, no hay posibilidad de sacarle los ojos de encima. La historia que relata es muy triste, su acompañante la deja y ella decide suicidarse, la depresión y melancolía no pueden con ella y se dispone a quitarse la vida.

Sin embargo, quiere conquistar un último deseo: escuchar la voz de su amado, aquel que la abandonó y por el que ha perdido la razón. En uno de los textos menciona que su vida está atada a la suya, se mira en el espejo y no puede reconocer su encanto de mujer bellísima, se dice a sí misma que está vieja y arrugada. La agonía la consume, la pone en un túnel sin salida, en el cual no hay escapatoria.

La voz humana se caracteriza por demostrar la infelicidad de una mujer que, siente que lo ha perdido todo. La voz de Elisa es lo que da vida a la escena, con notas agudas muy altas que, evidencian la tristeza y el malestar de la mujer a la que encarna. El teatro Empire es el ideal para desarrollar este espectáculo, su acústica es maravillosa y asistir a esta obra solo puede brindar placer para los oídos.

La recomiendo en un 100%, la voz es asombrosa, la actuación impecable y el acompañamiento musical deslumbrante. A su vez, enseña una de las enfermedades más graves de todas: la depresión. Un agujero del que se puede salir, si se pide ayuda a tiempo.

Función: 24 de noviembre (20:30 hs)

Teatro Empire: Hipólito Yrigoyen 1934 (CABA)

Valor: $100

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FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Autoría:

Jean Cocteau

Intérpretes:

Elisa Calvo

Maestro Interno:

Melina Otero

Vestuario:

Liliana Mirta Palacio

Música:

Francis Poulenc

Asistencia De Escenas:

Anggie Velia Zamora Valladares

Dirección musical:

Silvana D’onofrio

Dirección Escénica:

Antonio Leiva

Duración: 60 minutos

Jesusa de camariñas- Crítica de la obra de teatro

Todos los jueves a las 20:30 hs, se presenta la obra “Jesusa de camariñas”, interpretada por la actriz Rocío Bilota, con libreto y dirección de Flavio Abraldes. El teatro en donde se exhibe es Querida Elena Sencillas Artes, que se encuentra en Pi y Margall al 1124 en el barrio de La Boca.

La calle en donde se ubica el teatro tiene un árbol con flores rosadas que ya destina un panorama de color, como lo tendrá la sala en su interior. Para ingresar al teatro, solo se tiene que tocar una puerta; ya que no hay un timbre, pero sí una ventana que invita a espiar lo que pasará adentro. Cuando se abre la puerta, se respira arte por todos lados, galerías con exposiciones, patios al aire libre y tres salas con diferentes figuras, tales como esculturas, vitrinas con recuerdos y mesas que contienen libros en su interior.

Jesusa de Camariñas habla sobre España, específicamente sobre Galicia y cuando accedemos a una de las salas en donde se encuentra una mesa, el dueño del lugar nos invita a degustar vino y una porción de tortilla, la cual está envuelta en un papel, para que el espectador y ahora comensal, pueda agarrar la suya. Esta invitación tiene que ver con lo que vendrá luego, de lo que se hablará en la obra y el solo gesto de una tortilla de papas ya establece el ambiente español que se vivirá en la obra.

Al momento de comenzar la obra, el patio en donde los espectadores esperan continúa hacia el fondo, el teatro es una antigua casona grande que alberga arte por dónde se lo mire y para sorpresa de todos, aguarda otro patio: aquel en que se desarrollará la obra. La oscuridad absoluta y las estrellas del cielo, serán las encargadas de recibir a la intérprete que se prepara y dará vida a esta historia. Tener la posibilidad de mirar una obra al aire libre, en el patio de una casa grande es algo maravilloso, los días que en esta temporada se tornan calurosos, son magníficos para disfrutar de una noche al aire libre.

El público se sienta en las ubicaciones, que se encuentran separadas unas de otras y comienza la acción. Rocío Bilota es una artista increíble, que consigue que los espectadores ingresen en esa atmósfera española, que recuerda a aquellos familiares inmigrantes que llegaron de Europa, con una mano adelante y una atrás, con sueños, con anhelos y escapando de la guerra y de la vida europea. Incluso, dejando su historia, sus recuerdos y sus vivencias, borrando su idioma y su vida anterior, provocando el destierro de su existencia y convirtiéndose en otro ser para adquirir la vivencia argentina.

La intérprete es fabulosa, habla en castellano y gallego, saliendo de un idioma e ingresando a otro, de una manera fascinante. Además, no existe momento en la obra en la que no se entienda lo que dice en gallego; ya que Rocío Bilota lo expresa con todo su cuerpo.

A veces, no es necesario un vestuario despampanante para sorprender al público. En este caso, una túnica negra y unos tacos: son suficientes para captar la atención de cualquiera, cuando hay un buen libreto como el de Flavio Abraldes, luces que se encienden en el momento adecuado, música elegida para la ocasión y una actriz que lo brinda todo e interpreta de la mejor manera; se concreta una obra en las mejores condiciones.

Jesusa de camariñas cuenta su historia para quien la quiera escuchar, de ese amor que esperaba con locura, pero que no podía ver. Incluso, no está segura si lo que le han leído en las cartas era verdadero, no podía leer y eso hacía que el Padre José pudiera comunicarle lo que quisiera. Desterrada de sus recuerdos y sin saber qué hacer, lo único que tenía era a sus hijos, pero soñaba con los momentos de pasión, con su marido lejos y sin poder cumplir con su deseo, solo esperaba consuelo en aquel que pudiera desearla.

Una historia dura que habla sobre lo que han tenido que vivir muchas mujeres, además se cuenta esa herencia que muchas veces se quiere eliminar para que la descendencia no la adquiera, pero que sobrevive. Esa Europa lejana que se quiere erradicar, pero que vive en las comidas, como la tortilla, en las costumbres más rutinarias y que se trasladan de alguna manera a los nietos y estos, quieres conocerla y ser partícipes.

Rocío interpreta a Jesusa con una túnica negra, en ella se envuelve, se retuerce, sube escaleras, se convierte en un velo, en un fantasma de lo que fue. El manejo de la túnica es asombroso, Rocío Bilota utiliza la tela como quiere, hasta llegar al punto de encontrarse metida en ella, no tiene errores, solo aciertos. No es posible dejar de mirarla, la oscuridad de la noche, solo tiene luz en su actuación, en su relato, en lo que desea contar y las luces que resaltan cada escena son adecuadas, increíbles, fantásticas.

No hay mejor teatro para contar una historia como esta, la interpretación es precisa, identifica al espectador con alguna parte de Europa, con el recuerdo de algún familiar querido. Un unipersonal para disfrutar a cada instante, ideal para involucrarse en la historia de muchos inmigrantes, nunca olvidarse de dónde vienen y sobre todas las cosas, no perder el idioma de su pueblo. Esa túnica negra que lleva Jesusa muestra el luto de su historia, de su tierra, el destierro en otras palabras, de su ser.

Una obra altamente recomendada y un espacio que brinda arte por todos sus rincones para descubrir. Te invito a conocer la historia de Jesusa de camariñas y qué es lo que esconde detrás de su vaso de vino, su deliciosa tortilla española y de su túnica negra.

Funciones: Jueves 20:30 hs

Teatro: QUERIDA ELENA SENCILLAS ARTES (Pi y Margall 1124, CABA)

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FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Dramaturgia:

Flavio Abraldes

Actúan:

Rocío Bilota

Vestuario:

Rocío Bilota

Iluminación:

Valeria Junquera

Música:

La Lunita, Hernan Suarez

Fotografía:

Carolina Feity, Agustín Méndez

Dirección:

Flavio Abraldes

La pena: Un llamado hacia la aceptación y la libertad- Crítica

Por Nadia Sotelo

Los viernes a las 20:30 se presenta la obra La Pena, en donde la música, el baile y los vestuarios, que adquieren la característica de deslumbrantes, invitan al público a sumergirse en una mirada atenta hacia el escenario. Un espectáculo, que puede disfrutarse desde cualquier ángulo de las butacas, con las luces adecuadas y un sonido perfecto.

La Pena coloca en la actualidad, aquel mito de Dioniso y Penteo. Este último, se convierte en el rey de Tebas y como tal, tiene el poder de modificar las circunstancias de su reino, o seguir con las reglas establecidas que se han fijado hasta el momento y él, decide continuar con los mandatos y estructuras de siempre, protegiendo los valores y las viejas tradiciones, entre las que se encuentra una restricción total para las mujeres.

Penteo, quién es interpretado por Damian Mai, no está de acuerdo con que las mujeres salgan de sus hogares y se dejen llevar por las danzas, sus placeres y el vino. Él, busca reconstruir los lazos familiares y no acepta que los cambios, modifiquen la estructura que habita en el lugar, ni que las mujeres logren un estatuto superior al que Penteo aspira y establece con fuerza y dureza.

Sin embargo, alguien vendrá a luchar contra lo normativo e invitará a que las mujeres se valoren y se autodescubran. Una invitación a vivir libremente, a dejarse disfrutar de todo lo que la vida tiene para ofrecer y a permitirse experimentar nuevas aventuras y vivencias. El encargado de poner una traba al mando de Penteo, es su primo Dioniso, una bella Dragqueen interpretada por Ariel Sandez que, animará a que todos se acepten como son y que los cambios son posibles, porque implican mejoras para todos.

Una obra para reírse, para disfrutar del baile y la música, de los vestuarios con colores impactantes y sobre todas las cosas, para pensar. Para imaginarse que un cambio de sociedad es posible, que la estigmatización y la marginalidad no pueden ocupar un espacio en la mente de nadie, que todos valen, sean como sean y que nadie puede ser juzgado por haber nacido con gustos que difieren de la norma.

El mito que se expresa en la obra es muy antiguo, pero hoy en día se viven repitiendo los mismos patrones, la misma intolerancia al que es diferente, al que desea expresarse de otro modo; ya sea por su identidad de género o por sus gustos en su sexualidad. Es hora de dar lugar a la aceptación, valorar al otro por lo que puede brindar a la sociedad, el odio no puede ser una respuesta, este sentimiento no debe manifestarse jamás. En un espectáculo en el que la risa es un condimento que no falta y que se hace presente a cada instante, es bueno pensar en esa moraleja que tiene detrás.

Ariel Sandez se destaca con su maravillosa performance como Dragqueen, es sumamente cómico y acapara las miradas del público. La gran mayoría de sus intervenciones, derraman brotes de risa y dejan al auditorio con una mirada fija en su persona, además hay una escena muy divertida entre Dioniso y Penteo que hace que el público ría a más no poder, una de las mejores partes de la obra.

Damian Mai y Lala Buceviciene realizan unas actuaciones maravillosas en sus respectivos papeles, da gusto verlos actuar y sobre todas las cosas, congeniar tan bien en las escenas. Los papeles interpretados por Claridad Andresen, Camila Juan, Angeles Navarro y Camila Serra, también son fascinantes. Logran momentos únicos y la risa es una constante en el público. Una obra altamente recomendada y para reflexionar sobre nuestro papel en la sociedad y sobre el futuro que deseamos dejar.

El texto de Leila Levi es muy bueno, permite que el espectador disfrute por un número elevado de chistes y que, al mismo tiempo se interrogue por todas aquellas luchas que se viven y manifiestan en la sociedad. Algún día llegará ese momento, en el que cada uno pueda expresarse libremente y no necesite de ningún Dioniso para entender lo que le pasa, y para disfrutar de la libertad que habita en cada humano. Ojalá llegue ese instante, en el que todo pueda ser aceptado y no haya situaciones de retrocesos y circunstancias de pena. Hasta que ese día llegue, seguirán existiendo estas manifestaciones artísticas, como lo es la obra La Pena, que llama a vivir en completa libertad, en donde la marginalidad se convierta en una cosa del pasado y el odio hacia las diversidades sea inexistente.

Los invito a ver La Pena, una obra que no tiene desperdicio alguno y que puede llegar al corazón de cualquiera que lo desee. Es ideal, para aquellas personas que sienten que las estructuras no pueden romperse, esta es una muy buena manera de empezar a generar nuevos pensamientos en favor de un mundo libre, igualitario y en el que todos puedan ser partícipes sin miedo a mostrar sus verdaderas etiquetas, su verdadero ser.

Funciones: 5 y 12 de noviembre a las 20.30 HS

DURACIÓN: 70 minutos.

ASTERION TEATRO

ZELAYA 3122 – CABA

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FICHA TÉCNICA «LA PENA»

AUTORIA: Leila Levi

ACTÚAN: Claridad Andresen, Lala Buceviciene, Camila Juan, Damian Mai, Angeles Navarro, Ariel Sandez, Camila Serra.

DISEÑO Y REALIZACIÓN DE VESTUARIO: Alejandra Robotti, Celeste Bulfoni y Leila Levi.

DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA: Leni Méndez

REALIZACION DE ESCENOGRAFÍA: Agustín Justo Yoshimoto

REALIZACIÓN EN HIERRO: Amena Madera

DISEÑO Y REALIZACIÓN DE MÁSCARAS: Alfredo Iriarte y Gabriela Guastavino

DISEÑO DE LUCES: Alejandro Velásquez.

DISEÑO GRÁFICO: Emiliano Martínez

COREOGRAFÍA: Daniela Saul

ASISTENCIA DE DIRECCIÓN: Santiago Berg

REDES: Luciana Presta

PRODUCCIÓN: Tírate que haces pie

PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Luciana Presta

PRODUCCIÓN GENERAL: Marcela Eugenia Prieto

DIRECCIÓN GENERAL: Leila Levi

MÁS PRENSA: Analía Cobas y Cecilia Dellatorre

Agradecimientos: Santiago Butler, Tino Trabucco, Fernando Levi, Catalina Albertini, Sasha Goldestein, Lucrecia Oviedo, Coquette, Deborah Teplitzki, Pato Conta, Renata Maccione.

La boca amordazada: «Cuando hablar no está permitido» –Crítica

Por Nadia Sotelo

Los sábados tienen otro color durante el mes de octubre, porque está en cartel “La boca amordazada” a las 21 hs, en la calle Pasco al 623 (CABA) en el barrio de Balvanera. Allí, se encuentra un pequeño teatro que se deja observar por la iluminación de su nombre; el cual se llama AreA 623 e ilumina las calles solitarias que pertenecen al barrio.

El teatro solo tiene unas escaleras para pasar no es muy grande, pero presenta lo que debe tener cualquier espectáculo: una actriz comprometida con su trabajo y una interpretación que alcanza el mote de magnífica. En escena, solo una persona: Éstel Gómez y las luces y telas, que fueron su compañía. Es que, no se necesita mucho más para crear una obra que resalte cuando su texto es de calidad y le pertenece a Patricia zángaro y la dirección a Gustavo Insaurralde.

Éstel, demuestra todo el talento que posee en una interpretación maravillosa, una obra de 30 minutos, pero en donde el tiempo pasa rápido y todo el auditorio se queda con ganas de más. Los sonidos, los movimientos al suelo, la mirada a los espectadores intermitentemente. Una mujer que se muestra en carne viva con sus 40 años encima y con un destino que fue marcado por un matrimonio al que no pudo decirle “no” con tan solo 14 años y al que fue obligada a casarse por su padre. Vivió con la boca amordazada, sin emitir bocado y sintiendo culpa por amar a otra persona, una culpa que la consume por dentro al fallar a sus hijos.

Una historia que se repite en la actualidad y no porque se haya enamorado de otro hombre que es el hijo de su marido, sino por ser mujer y disfrutar del goce junto a Magnífico. Las mujeres continúan guardando sus historias, contar sus anhelos siguen molestando a aquellos que piensan que no tienen derechos a expresarse, una niña de 14 años no puede elegir por esposo a una persona que se encuentra en la mitad de su vida, ha sido obligada a consentir una vida que nunca quiso y a la que tuvo que adaptarse para vivir.

Éstel, interpreta su papel de manera fascinante, si bien el diálogo es corto y no cuenta muchos de los detalles, lo que quiere decir se comprende y a la vez, se sufre. Sus movimientos y los silencios que determinan exactamente cada escena, son perfectos.

Aquí, se relata la culpa de muchas mujeres que se sienten con la boca amordazada, sin posibilidad de vivir su vida en completa plenitud por temor a defraudar a sus hijos y ocultando la pasión que sienten por alguien que se ha enamorado de ellas y que, aunque le corresponde no puede ser libre. Sin embargo, luego de cuatro décadas encima, decide dejar el miedo atrás y animarse a contar su historia, a quitarse la mordaza y decir lo que siente, haciendo valer su libertad.

Funciones: sábados 21 hs

Teatro: AreA 623 (Pasco 623, CABA)

Ficha Técnica

Dirección: Gustavo Insaurralde

Dramaturgia: Patricia Zangaro

Intérprete: Éstel Gómez

Diseño de escenografía: Paloma Lamas

Diseño lumínico: Gustavo Insaurralde

Diseño audiovisual: Gustavo Insaurralde

Diseño de Vestuario: Lara Stilstein

Asistente de dirección: Airton Santos

Producción: LAMALAFé

Diseño gráfico: Bruno Battistel Zaganías

«Acoso»: cuando la justicia no existe- Crítica de la serie televisiva

Por Nadia Sotelo

El viernes terminó Acoso, la miniserie brasileña basada en un caso real de 8 capítulos, que se emitió en la pantalla de Telefé desde el 1 de enero y que se puede visualizar completa a través de la web del canal. En el año 2019 el verano del canal de las pelotas, también tuvo una miniserie brasileña en su señal llamado «Bajo Presión», que si bien hablaba de violaciones y hospitales, tenía una trama totalmente diferente.

Este año quise ver «Acoso», porque en un mundo en donde las mujeres se animan a denunciar a sus abusadores y padecen la burla de los oficiales, a veces la injusticia de que sus relatos no sean esclarecidos por falta de pruebas o porque se toma el tema a chiste como fue el caso de Leticia Brédice, que denunció a su pareja por violencia a través de una red social y luego se retractó, indicando que cuando publicó los dichos estaba bajo los efectos del alcohol y que era mentira o cuando una chica denunció que su amigo la había violado y no era cierto, y el chico se quitó la vida; las mujeres que sí sufren esta aberración a su persona, no son creídas, ya que cuentan solo con su palabra y un sufrimiento eterno de asco, de impotencia y de «supervivencia» al horror.

“Acoso” cuenta la historia de un médico especializado en fertilización asistida, el Dr Sadala (Antonio Calloni) que aprovechaba la anestesia de sus pacientes para besarlas, tocarlas y violarlas; mientras su esposa moría en su casa, producto del cáncer. Estas mujeres no tenían posibilidad alguna de reaccionar, débiles por la anestesia y con una tristeza desbordada ante la maldad de un hombre que abusaba de ellas y jugaba con la maternidad, que no podían tener de manera natural. Maia, una periodista interesada en el descubrimiento de la verdad, fue la encargada de juntar a esas mujeres ultrajadas y darles el poder para que se animaran a denunciar, al médico se lo juzgo como culpable y se le ordenó una condena de 278 años de prisión, por el crimen de abuso en 52 mujeres. Las actuaciones fueron realmente impactantes y es una serie que vale la pena ver, los capítulos son cortos, la temática es sumamente actual e implora “justicia”.

Sin embargo, el final de la serie, no fue la victoria de las mujeres; sino la resignación, la injusticia absoluta: Roger Sadala solo cumplió 3 años de prisión, ahora vive en un barrio residencial. Denunciar siempre, luchar con todas las ganas, para que por fin haya justicia en este mundo y no la injusticia que se vio en este caso y en muchos otros. Mujeres y hombres, cuando hayan sido acosados o violados: denuncien, que la gente mala pague por sus actos o ¿qué clase de mundo es el que se vive?

Lisístrata- Crítica

Por Nadia Sotelo

El jueves 28 de noviembre a las 21, en el Centro Cultural Julián Centeya (Av. San Juan 3255) se vivió la muestra de “Lisístrata” interpretada por el conjunto de teatro adulto, bajo la dirección de Daniel Begino en el barrio de San Cristóbal.

Luces, música, vestuarios despampanantes y una gran puesta en escena, fueron partícipes de un momento único: dar vida a una obra de Aristófanes estrenada en el año 411 A. C. Sin embargo, se hizo una gran adaptación y se vivió un espectáculo lleno de risa y diversión, durando solamente 40 minutos ya que se pensó como ensayo general; aunque podría haberse presentado tranquilamente como obra, porque fue maravillosa. El teatro estaba lleno y el público era muy participativo, a través de risas y aplausos.

Lisístrata cuenta el argumento de que la ciudad estaba perdiendo la guerra y se vivía en un estado de guerra civil, el espectáculo ofrece la ilusión de paz a través de una huelga sexual por parte de las mujeres, en donde logran unirse atenienses y espartanas. La paz se conseguiría renunciando a la actividad sexual y de ese modo se salvaría Grecia.

Una obra que juega todo el tiempo con el doble sentido, pero siendo realmente graciosa. Destaco principalmente a Alejandro, que con una pequeña participación como es la del sacerdote; logró captar al público y generar el mayor momento de risa, algo admirable y bello que tiene este artista. Clara, reina de una voz inigualable, tuvo un personaje que interpretó a la perfección, daba gusto verla en escena, su manera de plantarse en el escenario, de imponerse, era imposible que los ojos no se fueran a ella. Otra actriz que me impresionó fue Alejandra, que realizó un personaje muy bien logrado y Elena, cautivó desde el momento en que empezó la obra, rompiendo el hielo y actuando muy bien.

En general la obra estuvo muy bien montada por Daniel Begino, solo que a veces se observaba mucha espalda por parte de los actores; lo que hacía que el público lo hiciera notar, con comentarios en escena. Las luces fueron parte central del espectáculo, a la vez que la música guiaba las escenas. Una obra que no tiene desperdicio, en la que ocurren momentos muy divertidos como fue el caso de los bailes y las mantas en el momento de que las chicas hacían todo lo posible para evitar el acto sexual y cumplir con su promesa de paz.

El año que viene se verá la obra completa, dan ganas de ir a verla; porque si en media hora hicieron reír a los espectadores; me imagino que en una hora la descosen.