“Revival Music Hall”- Crítica

Por Nadia Sotelo

Los viernes a las 22:30 hs, Asterion Teatro (Zelaya 3122, CABA) se convierte en magia con “Revival Music Hall”, un musical que repasa las mejores épocas musicales de la historia y que invita a los espectadores a cantar y bailar desde su butaca. El vestuario pertenece a Milagros Casielles, los arreglos musicales son de Juan Diego Arcuri, la dirección musical es de Daniel Landea, la coreografía de Nicolás Tadioli y la dirección general es de Jorge Camisay.

Los encargados de darle música, baile, vida e interpretación al espectáculo son Mariana Alvarez, Paloma Cacciavillani, Guillermina DI Pietro, Luana Dias Bär, Malena Gallesio Serra, Agustin Gonbur, Valentina Paula Martínez, Ignacio Medrano, Lucía Poo, Jerónimo Quinteros, Mercedes Tristan Ramos, Olivia Reale, Andrés Vaca, Amina Vazquez, Josefina Willa y Franco Zamorano. Cada uno de los intérpretes realiza un trabajo único en escena, lo que hace que sea una gran propuesta artística y que el público salga fascinado por lo que observa. Se demuestra trabajo en equipo, esfuerzo, dedicación y horas de ensayo.

“Revival Music Hall” comienza con mucha fuerza desde el principio, el humo que se ve y la música tranquila que se escucha de fondo promete un gran despliegue, como evidentemente lo es. Habrá una presentadora que indique lo que se vivirá en cada uno de los cuadros propuestos, en donde se perseguirá un deseo: revalorizar los hits más importantes de todos los tiempos. Los años 60´, 70´, 80´y 90´serán representados en tan solo 75 minutos, de una manera increíble, logrando que el espectador rememore esas épocas gloriosas con sentimientos de alegría, felicidad y espíritu juvenil.

Hay 16 artistas en escena, se puede disfrutar de todo su arte, sus voces se escuchan muy bien y los bailes son maravillosos. Se puede ver cómo los géneros musicales pueden disfrutarse a través de este music hall, el vestuario es impactante y los artistas se cambian constantemente, se pueden observar desde blusas con lunares, trajes, hasta tops y pantalones. Los accesorios también son importantes y se resaltan, como los brillos, anteojos y collares.

En “Revival Music Hall”, se pueden disfrutar de canciones de Queen, Elton John y Eric Carmen. Además, de los temas de películas que han marcado décadas y se encuentran en el corazón de casi todos. Se menciona el auge de MTV, que marcó una era con sus videos musicales, coreografías, bailes e hizo que surgieran una infinidad de artistas. Música, baile, grandes interpretaciones y sobre todo arte, se respira en este musical.

Los music hall no suelen realizarse con frecuencia, por eso “Revival” es una propuesta única para disfrutar de este tipo de géneros. Revivir la música, sus cantantes y sus bailes es algo para agradecer, el público sale feliz con lo que se encuentra en escena y los aplausos lo demuestran. La recomiendo!!!

Funciones:

Viernes a las 22:30 hs

Asterion Teatro (Zelaya 3122, CABA)

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FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA:

Actúan: Mariana Alvarez, Paloma Cacciavillani, Guillermina DI Pietro, Luana Dias Bär, Malena GallesIo Serra, Agustin Gonbur, Valentina Paula Martínez, Ignacio Medrano, Lucía Poo, Jerónimo Quinteros, Mercedes Tristan Ramos, Olivia Reale, Andrés Vaca, Amina Vazquez, Josefina Willa, Franco Zamorano

Vestuario: Milagros Casielles

Redes Sociales: Alexis Mazzitelli

Fotografía: Nacho Lunadei

Diseño gráfico: Nahuel Lamoglia

Arreglos musicales: Juan Diego Arcuri

Producción: Espacio Jota, Pablo Incretolli, Jorge Camisay

Coreografía: Nicolás Tadioli

Dirección musical: Daniel Landea

Dirección general: Jorge Camisay

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“Sade, el divino sade”- Crítica del musical

Por Nadia Sotelo

El teatro Regina (Avenida Santa Fe 1235, CABA) ha vuelto a la acción y una de sus máximas apuestas es “Sade, el divino sade”, que se presenta los martes a las 21:30 hs. Un espectáculo musical de Juan Damián Benítez y Federico Prado, que deslumbra por el vestuario, su música, iluminación, escenografía, ambientación y sus 17 artistas en escena que brillan en cada una de sus interpretaciones.

Sade, el divino sade cuenta con una orquesta magnífica, que acompaña las intervenciones que realizan los actores en el escenario. La función comienza desde que el espectador se sienta en su butaca, en toda la sala se puede observar a los artistas en su papel, donde recorren los asientos vestidos de blanco como si fueran fantasmas y con maquillajes impactantes. Se podría decir que hay dos obras, la primera se realiza hasta que el escenario se abre y que permite interacción con el público, los actores recorren todas las butacas, caminan por toda la sala, bailan, se tocan y emiten monosílabos. En cambio, la segunda se produce cuando se da comienzo al musical propiamente dicho.

Los efectos que hay en escena son maravillosos: el humo, las luces rojas y blancas marcan un ambiente que, anticipa lo que se vivirá en la obra. El espectáculo habla sobre el marqués de Sade, interpretado por Maximiliano Areitio y sus deseos más oscuros, los cuales quiere cumplir. En el papel de su mujer, se encuentra María Belén García Salles, quien no es deseada por su marido. La interpretación del cura la realiza Lucas Rach, en el papel de Constance está Sofía Daher. Además, de un gran elenco conformado por Melody Szlufman, Patricia Imbroglia, Micaela Chiara Zappala, Camila Giudice, Lucila Tolis, Milagros Navedo, Lita Briasco, Franco Galante, Luis Eduardo Servín, Bruno Muñoz, Nuria Jimena Cuadrado, Nazareno Padula, Mauro Scopell y Nano Berón.

El uso de todo el escenario, los bailes, el canto, los momentos de comedia y el ensamble que logra un sonido nítido y a tiempo, resultan elementos brillantes para decir sobre este musical. Por otra parte, la historia que se cuenta es atrapante y responde a una pregunta que muchas veces no tiene respuesta: ¿Qué es el amor? Cuando el protagonista cree haber encontrado a su alma gemela, se topa con la realidad, con los imposibles, con sus deseos, sus sentimientos y un posible final.

Las actuaciones de los protagonistas atrapan, las escenas que se muestran invitan a querer conocer más y las voces llegan hasta el último espectador. Un espectáculo que lo tiene todo y que impacta con todas las ocurrencias que suceden en escena, Sofía Daher es una artista increíble, todas sus participaciones son grandiosas y espectaculares. María Belén García Salles además de poseer una voz maravillosa, interpreta un papel muy complicado con un vestuario despampanante e incómodo; sin embargo, la artista se desenvuelve de manera impecable y es partícipe, de gran parte de las escenas cómicas del musical. Lucas Rach demuestra un potencial actoral deslumbrante en cada una de sus participaciones y Maximiliano Areitio, es fantástico. Su voz, su manera de moverse, su virtuosismo, hacen que destaque en Sade, el divino sade.

No se puede dejar de mencionar, la gran actuación de todos los que integran este fenomenal musical, la sincronía que se desarrolla en escena, las tesituras musicales, la orquesta, el uso completo del escenario, el vestuario, la iluminación. Todo eso consigue un resultado grandioso, un musical deslumbrante. Un espectáculo para disfrutar de los artistas en escena, de su arte, de lo que brindan y lo que generan en el espectador, una obra para ir a ver!!!

FUNCIONES

Teatro Regina (Avenida Santa Fe 1235, CABA)

Martes 21:30 hs

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Ficha Técnica:

AUTORIA: Juan Damián Benitez

COREOGRAFÍA: J. D. Benítez

COREOGRAFÍA: Lucila Tolis

DISEÑO GRAFICO: Lucas Rach

DISEÑO VESTUARIO: J. D. Benítez

MÚSICA ORIGINAL: Federico Prado – Juan Damián Benitez

PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Emiliano Miguez – Luciana Cuenca

FOTOGRAFÍA: Nacho Lunadei PH

ASISTENTE DE DIRECCIÓN: Julian Gimenez Zapiola

DIRECCION VOCAL: Federico Prado

DIRECCION: Juan Damián Benítez

MAQUILLAJE: Nano Berón

MUSICO: Federico Prado

MUSICO: Ignacio Ive

MUSICO: Luciana Terry

MUSICO: Paola Ulloa Millán

MUSICO: Tomás Puppio

ARREGLOS MUSICALES: Federico Prado

PELUCAS: Miguel Ángel González – MB salón

LETRAS: Juan Damián Benítez

Prensa: Maxi Cardaci

“Ribetes en tu piel rojos quedaron”: Crítica de la obra de teatro

Por Nadia Sotelo

Todos los domingos a las 18 hs, el teatro Hasta Trilce (Maza 177 – CABA) presenta una maravillosa obra de teatro titulada: “Ribetes en tu piel rojos quedaron”, con la interpretación de María Nydia Ursi Ducó en los papeles de Estelita y el Hombrecito, además del magnífico acompañamiento musical de piano, de la mano de Florencia Caruso. El texto pertenece a Darío Bonheur y la dirección es de Eloísa Tarruella.

Ingresar al teatro es de ensueño, hay una pequeña confitería en donde las personas pueden tomar un café, mientras aguardan la función en compañía de música tranquila y, diferentes insignias de arte que se encuentran en las paredes, tales como cuadros o reliquias antiguas. El incienso brinda un exquisito aroma en el ambiente. A la hora de cruzar hacia la sala teatral, se puede observar que es muy amplia y las butacas son muy cómodas. Lo primero que se visualiza en el escenario es una bella melodía de piano, realizada por Florencia Caruso, dos cortinas que tienen impresas notas musicales y tres figuras de forma triangular de color rojo en el piso.

María Nydia Ursi Ducó es la encargada de darle voz, a un ambiente cargado de música de piano. Realiza dos papeles y, en el primero interpreta a Estelita, una amante de la música que no alcanzó la fama, pero que disfrutó hasta el último momento de su maestra de piano Virginia. Cada vez que cuenta su historia, representa a esos millones de estudiantes que veían como los profesores les daban empuje para perseguir sus sueños, invitándolos a soñar y, a seguir practicando. Estelita no conoció el estrellato, siempre vivió a la sombra de su profesora, pero ella se sentía feliz siendo pasadora de páginas en los conciertos de piano.

Un acontecimiento la obliga a despedirse de su profesión, pero sus recuerdos y la música la ubican en el tiempo presente y la hacen reflexionar, preguntarse sobre lo que fue su trabajo, lo que consiguió y lo que le hubiera gustado vivir. Cuando concluye esa historia, la actriz sale de escena, el piano se cierra y se da paso a la segunda historia. María Nydia Ursi Ducó vuelve a ingresar al escenario, pero con un personaje diferente, esta vez interpreta al Hombrecito y, Florencia Caruso, regresa para dar puesta musical al ambiente. Ribetes en tu piel rojos quedaron, cuenta con una excelente iluminación que, permite evocar de manera precisa cada escena que realiza la actriz.

En la segunda interpretación que se realiza en escena, se puede observar una silla de ruedas y un hombrecito con ganas de volver al escenario, luego de 10 años de ausencia. La historia que se relata es la de una persona que toda su vida quiso ser pianista, pero las circunstancias de la vida le hicieron vivir otra experiencia. Tanto la historia de Estelita como la del Hombrecito, se cruzan en un universo musical, con sueños que no se llegaron a cumplir y, con la sombra de lo que pudo haber sido la fama.

Aplausos que no se dieron, la memoria siempre presente en el momento de la gloria personal, en el caso de Estelita su profundo amor por la música y el día en que se enamoró de ella con tan solo 11 años y cuando empezó con las clases de piano. En cambio, el Hombrecito fue feliz al ganar un premio de música, pero su sueño no pudo concretarse a través del tiempo. Ribetes en tu piel rojos quedaron, retrata el mundo de las personas apasionadas por la música que no siempre tienen el talento que se necesita para triunfar o, las oportunidades, pero que siempre se encuentra el momento adecuado para disfrutar de lo que se ama. Entre lágrimas, drama y emoción, se le presenta al espectador la vivencia de dos personas comunes, que persiguen sus sueños y no consiguen alcanzar el reconocimiento que se merecen. Se reflexiona sobre la importancia de reconocerse como uno es, que no todos lograrán lo que sueñan, pero que se podrá disfrutar de aquellos momentos para disfrutar de la pasión, de los recuerdos de las experiencias más dichosas y, de lo que provoca la música en las personas.

Cada vez que Florencia Caruso toca el piano, el escenario se transforma con una impronta musical que inunda cada interpretación de María Nydia Ursi Ducó. Florencia destaca por sus bellas melodías, que presenta maravillosamente en el piano, su interpretación no solo la muestra como la excelente música que es, sino como una actriz que marca con su presencia musical cada una de las escenas.

María Nydia Ursi Ducó es fantástica, realiza los dos papeles de una manera asombrosa y, provoca el deleite de los espectadores. Hasta incluso, causa risa en algunas de sus actuaciones en la obra, meterse en estos dos personajes no es una tarea sencilla, la carga de los monólogos y el drama que se vive detrás de lo que cuenta es algo difícil de interpretar y, María Nydia Ursi Ducó lo cumple de maravilla. Es una excelente actriz.

Ribetes en tu piel rojos quedaron, es una muy buena obra. El libreto es impactante e invita a la reflexión. Muchas veces no se trabaja de lo que a uno le gustaría, pero siempre encuentra el momento adecuado para disfrutar de la pasión; aquí se observa esta situación y se piensa en lo que es estar del lado de la sombra, de lo que se quiso y de lo que no se pudo, de los bellos recuerdos que se experimentaron y de esos sueños que, aunque se encuentren ocultos, nunca se fueron del corazón.

Funciones: Domingos 18:00 hs

Teatro: Hasta Trilce (Maza 177 – CABA)

Duración: 60 minutos

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FICHA TÉCNICA

Autoría: Darío Bonheur

Actúan: Maria Nydia Ursi-Ducó

Diseño de vestuario: Sabrina López Hovhannessian

Diseño de escenografía: Sabrina López Hovhannessian

Realización de escenografia: Julieta Muro Frangi

Música En Escena: Florencia Caruso

Diseño De Iluminación: Carolina Rabenstein

Fotografía: Adrián Arellano

Diseño gráfico: Juan Francisco Reato

Asistencia de dirección: Alejandro Charo

Prensa: GarBo Prensa

Producción Ejecutiva y Artística: Ale Garcia

Dirección Audiovisual: Cristian Holzmann

Dirección: Eloísa Tarruella

Rigoletto- Crítica de la obra de teatro

                                                                                                                  Por Nadia Sotelo

El 3 de diciembre se realizó una de las obras más conocidas y espectaculares de la Ópera, se presentó “Rigoletto”de Verdi, en el teatro IFT (Boulogne Sur Mer 549 – CABA) a sala llena. Con una acústica maravillosa y una instrumentación imponente que, acompañaba a la majestuosa actuación de los actores en escena que, cantaban y representaban en italiano esta gran obra.

Un espectáculo de tres actos que, tuvo intervalos en el medio; ya que antes de comenzar el segundo y tercer acto, los actores y músicos hicieron recesos de algunos minutos, lo que permitió que muchos pudieran comprar un café, o mover las piernas. Una obra en la que el tiempo pasó muy rápido, situación que indica lo maravilloso que fue, cada una de las interpretaciones musicales y actorales del elenco.

Fueron dos horas de puro virtuosismo, escuchar esas tesituras magníficas que solo pueden realizar quiénes han dedicado su vida a la lírica, con sonidos perfectos emitidos por los tenores, bajos y sopranos: es algo increíble para ver. La ópera demuestra la tragedia que puede producir la venganza, invita a repensar la forma en la que las personas se conducen en su habitual vivir y, presenta un camino posible, el del perdón que siempre viene a salvar cualquier situación y a dejar en paz la mente y el espíritu.

La actuación de Marcelo Iglesias Reynes (Rigoletto) es impactante, descomunal, realmente consigue realizar ese papel tan complejo de bufón. A la vez que su voz es bellísima, e interpreta esa soledad de una persona que no tiene nada en la vida, que solo ha recibido penurias, pero que posee una hija: Gilda, interpretada por Paula Alba, que tiene un noble corazón. Él, la protege de todo y contra todos, no quiere que sufra, ni que pase ningún inconveniente como lo ha sido su vida. Sin embargo, ella no puede contra los impulsos de su corazón y se enamora del Duque de Mantua que, cuenta con la actuación del tenor Cristian Karim Taleb.

El coro, la música en escena, los trajes llamativos y deslumbrantes, las voces maravillosas: todo eso consigue un espectáculo único, en donde solo se pide ver más. Los subtítulos a veces quedaban congelados, pero las actuaciones eran tan imponentes que, se entendía lo que se expresaba. Por lo tanto, hasta en esa situación el virtuosismo, saldaba los inconvenientes tecnológicos que pueden suscitarse en una obra en vivo y en donde las voces, salen tan nítidas y sin problemas para su escucha.

Cada uno de los integrantes del espectáculo, propició que la ópera fuera increíble. Los aplausos asomaban en muchas ocasiones y la ovación del público se hacía escuchar, la utilización de imágenes que mostraban cambios de una escena a otra, o cuando aparece la madre de Gilda interpretada por Patricia Palmer, fueron recursos muy valiosos y que aportaron a la obra.

Paula Alba mostró todo su talento como soprano en el papel de Gilda: fue algo increíble, su voz cálida, su gran interpretación en cada uno de los actos. Aunque, era difícil sobresalir ante tanta perfección vocal interpretada por los integrantes masculinos, pudo plantarse y dejar escuchar esa fantástica voz. En el tercer acto su potencia se elevó y se la dejó escuchar con una fuerza increíble, el papel que interpretó fue uno de los más importantes de la obra y es muy bueno el mensaje que dejó.

Cristian Karim Taleb posee una voz incomparable, en cada una de sus apariciones hacía que el público se emocionara con lo que estaba escuchando y el aplauso estuviera preparado. Una voz única que demostraba su energía en cualquier espacio en el que le tocara cantar, daba gusto escucharlo y actuó de una manera asombroso. Un placer escuchar a artistas de esta categoría que, sepan utilizar su instrumento: la voz, a la perfección y que provoquen el asombro de los espectadores.

Sin lugar a dudas, la clave se encuentra en el dirección musical y coral que, permitió llevar el ritmo de los instrumentos, con las voces maravillosas en escena. Una obra grandiosa, con interpretaciones increíbles y una experiencia en vivo que es única.

FICHA TECNICA:

Título: Rigoletto

Autor: Verdi

Ópera Completa con Coro y Orquesta

Rigoletto: Marcelo Iglesias Reynes

Gilda: Paula Alba

Duca: Cristian Karim Taleb

Sparafucile: Augusto Nureña Santi

Maddalena: Bibiana Fischy

Monterone: Emiliano Rodríguez

Contessa Ceprano: Gabriela Ojeda

Marullo: Ignacio Suares Christiansen

Ceprano: Carlos Trujillo

Borsa: Ignacio Bellini

Giovanna: Vanina de Bonis

Paggio: Lourdes Baroni

Usciere: Tomás Eckart

Actrices: Rocío Rudoy, Tamara Pirillo

Dirección Escénica: Leandro Sosa

Dirección Musical: Facundo Sacco

Asistente de Dirección Musical: Laura Dambra

Dirección de Coro: Juan Feico

Orquesta Jóvenes Talentos de Buenos Aires

Coro: Miguel Saldaña, Agustín Adúriz-Bravo, Waldemar Salias, Francisco Salandra, Max Figueroa, Tomás Egüez Mendilaharzu, Fabián Acosta

Escenografía Digital: Leandro Sosa, Gastón Meza

Diseño de Luces: Alfonsina Stivelman

Vestuario: Atelier Las Piris by Tamara Pirillo

Maquillaje: Miguel Saldaña, Romina Pirillo

Producción: Celebrarte Música

Más Prensa: Cecilia Dellatorre y Analía Cobas

La voz humana- Crítica de la obra de teatro

Por Nadia Sotelo

Un canto descomunal y la compañía de un piano hacen maravillas en el teatro Empire, en el mes de la cultura independiente. En escena Elisa Calvo, una cantante soprano maravillosa que demuestra todo su potencial lírico al auditorio, bajo su papel de Ella con el que deleitará al público en un sinfín de ocasiones.

Elisa ingresa con unas flores que regalará a algún espectador del público, una obra en la que la protagonista no se encuentra en el escenario, sino que recorre todo el espacio hasta llegar al lugar indicado. En el escenario, se observan teléfonos por doquier donde la artista cantará en un perfecto idioma francés, para aquellos que no entienden lo que se dice figura una pantalla que va relatando cada una de las palabras que menciona.

Un espectáculo en el que es muy importante el tiempo, la música es la clave del drama y la que guía todo lo que vendrá. El acompañamiento del piano es preciso, excelente y fantástico, al punto de ver a la pianista volando entre partituras que, se mueven de un minuto al otro y las cuales forman parte esencial para el desarrollo de la actuación de la cantante.

La obra está basada en el texto literario de Jean Cocteau, cuenta con la dirección musical de Silvana D´Onofrio y regie Antonio Leiva. Se trata de una tragedia lírica impecable, que con tan solo un acto deja boquiabierto al público que o puede dejar de admirar a la actriz. La música, aunque forma una parte importante en el espectáculo, no lo es todo si se menciona la actuación de la soprano en escena, cada uno de sus movimientos, la impronta con la que se expone al público, el drama que expresa adquiere la cualidad de fascinante.

En algunos momentos, se pierde de vista la mirada hacia el texto subtitulado y se la observa a Elisa Calvo que presenta su actuación de tal manera que, no hay posibilidad de sacarle los ojos de encima. La historia que relata es muy triste, su acompañante la deja y ella decide suicidarse, la depresión y melancolía no pueden con ella y se dispone a quitarse la vida.

Sin embargo, quiere conquistar un último deseo: escuchar la voz de su amado, aquel que la abandonó y por el que ha perdido la razón. En uno de los textos menciona que su vida está atada a la suya, se mira en el espejo y no puede reconocer su encanto de mujer bellísima, se dice a sí misma que está vieja y arrugada. La agonía la consume, la pone en un túnel sin salida, en el cual no hay escapatoria.

La voz humana se caracteriza por demostrar la infelicidad de una mujer que, siente que lo ha perdido todo. La voz de Elisa es lo que da vida a la escena, con notas agudas muy altas que, evidencian la tristeza y el malestar de la mujer a la que encarna. El teatro Empire es el ideal para desarrollar este espectáculo, su acústica es maravillosa y asistir a esta obra solo puede brindar placer para los oídos.

La recomiendo en un 100%, la voz es asombrosa, la actuación impecable y el acompañamiento musical deslumbrante. A su vez, enseña una de las enfermedades más graves de todas: la depresión. Un agujero del que se puede salir, si se pide ayuda a tiempo.

Función: 24 de noviembre (20:30 hs)

Teatro Empire: Hipólito Yrigoyen 1934 (CABA)

Valor: $100

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FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Autoría:

Jean Cocteau

Intérpretes:

Elisa Calvo

Maestro Interno:

Melina Otero

Vestuario:

Liliana Mirta Palacio

Música:

Francis Poulenc

Asistencia De Escenas:

Anggie Velia Zamora Valladares

Dirección musical:

Silvana D’onofrio

Dirección Escénica:

Antonio Leiva

Duración: 60 minutos

Artistas: «Los salvadores de esta pandemia»

Por Nadia Sotelo

2020 será recordado como un año perdido, de eso no hay duda posible. En Argentina hay cuarentena desde fines de marzo y esta situación parece prolongarse por mucho tiempo más, todos los días aparecen casos de contagio de coronavirus y lamentablemente también, víctimas fatales.

Pareciera como si esta enfermedad viniera a acabar con la sociedad, con la humanidad tal cuál la conocemos. Barbijos, alcohol en gel y la imposibilidad de abrazos, besos y caricias están presentes en este momento de salud crítico; que no se sabe con certeza cuando finalizará. Sin embargo, los artistas ponen el pecho ante tanta amargura y desolación, provocando que los habitantes se olviden por un momento de tan desastrosa y anormal situación.

Música, películas y series, están siendo una parte esencial para el ser humano. Los vivos de Instagram, YouTube y Facebook, dan un poco de alegría a las personas que desde el confinamiento, no pueden salir de los hogares. Además, muchos de los artistas tienen el momento de interactuar más con sus seguidores y hay un montón de nuevos talentos que están mostrando sus dones, a través de las redes sociales.

Siempre se repite esa canción de “Quedan los artistas” y es una realidad comprobada. El arte sana, transmite y permanece. Que una persona consiga una sonrisa o distraerse por un minuto de tanta noticia maligna, es una bendición. La cuarentena se mantiene y no se sabe cuándo terminará; mientras tanto, los artistas vienen a sanar esas heridas que sangran, a aliviar un poco el dolor, a tratar de trasmitir un mensaje de esperanza y de salvación.

Mientras haya arte, habrá fe. Compañía sincera, felicidad y bienestar; a veces las matemáticas no pueden arreglar todo, a veces, el solo hecho de escuchar una canción puede brindar 20 años más de vida a una persona.

 

Crónica de un casting: “Mi primera vez en una audición”

Por Nadia Sotelo

Podría resumir a la música como la vida misma, canto desde siempre pero sin técnica vocal. Me acuerdo que a los siete años vi la entrega de los premios MTV desde mi televisor y allí me dije eso es lo que quiero para mí, no solamente quedé fascinada, sino que sentí que alguna vez estaría allí.

Esa niña creció, pero conservó su deseo intacto y con todas sus fuerzas. Se podría decir que me elegí la carrera universitaria más larga de todas: «ciencias de la comunicación social” y en la que tengo que leer mucha bibliografía y no tengo mucho tiempo para hacer otras cosas, hasta el año 2016 me dediqué exclusivamente a cursar y tratar de meter la mayor cantidad de materias. Pero la vida no es solo estudio, por suerte ya se terminó la escuela o la cárcel en mi opinión, porque eso es y comenzó una etapa de disfrute y plenitud como es la juventud.

Nunca me había presentado en un concurso de canto, debido a mi falta de técnica y a mis miedos internos, que me decían que era inferior frente a otros. Pero las oportunidades no abundan en esta vida, si tengo la posibilidad de cumplir mi sueño, voy a hacer hasta lo imposible para conseguirlo y así fue mi convicción que hizo que me presentara para el casting de La Voz 2018. Prácticamente sin dormir, pero con una adrenalina incansable que permitió que el miércoles 23 de mayo de este año, me presentara a las audiciones. Me tomé el 101 que va a Retiro, el mismo que me tomo para ir a mi coro “Jóvenes encantan Buenos Aires” y me bajé en la misma estación, la de Libertad y Av. Santa fe, si bien sabía que me tenía que bajar una después, aquella que está cerca de 9 de Julio, quise ir a lo seguro y caminar un poco más. Caminando, llegué a Juncal al 868 y observé una larga fila, a personas con carteles que indicaban el número que les había tocado y la leyenda de la Voz Argentina. El horario estaba pautado a las 10 am y a esa hora llegué, si bien sabía que tenía que llegar antes, se me hizo tarde. De todos modos, sabía que tendría que esperar horas para poder cantar.

El panorama era maravilloso, gente cantando, guitarreando y pasándola bien, estábamos todos unidos para demostrar lo que más amábamos: la música. Luego de una larga espera de casi dos horas obtuve en mis manos mi número, el 1343 y fue una felicidad tan bella, algo inexplicable para decirlo en palabras. A su vez me dieron una planilla para que llenara con mis datos, pero había un pequeño problema, había olvidado la lapicera: algo elemental. Los que me conocen saben que soy extremadamente obsesiva con todo, pero acá se me escapó la memoria y lo olvidé; de todos modos una chica me prestó una lapicera, pero la fila avanzó y perdí de vista a esa persona que me había prestado el bolígrafo, por suerte más tarde pude reencontrarme y devolvérselo. La fila avanzaba de a poco, el lugar de espera era la calle y estaba repleto de cocheras y autos, por lo que nos movíamos todo el tiempo, a las 14:30 nos avisaron que Lizy Tagliani, haría un móvil con el público concursante para el programa “Cortá por Lozano” y allí la fila se descolocó, hubo muchos que se sacaron fotos con la capocómica e incluso algunos salieron en televisión.

Estaba sin comer, sin ir al baño, pero con un sueño y un deseo por cumplir. A las cuatro de la tarde se produjo lo que tanto esperaba, logré ingresar al sitio en donde se tomaba el casting, estuve practicando durante horas los dos temas con los que me iba a presentar, que eran “La balada del diablo y la muerte” de La Renga y “Así era ella”, de Cristian Castro. Pero, sin embargo, el productor nos dijo que teníamos solo 30 segundos para mostrarnos, debido a la cantidad de gente que había y eso que era el primer día. Con nervios a flor de piel, pero felices, ingresamos alrededor de cuarenta concursantes a una sala en donde había dos personas del sexo femenino “coaches”, que nos escuchaban, llegó mi turno y aunque estaba muerta de miedo, salí con todo, elegí el final del tema de La Renga y sentí que lo hice genial. Seguramente no ingrese al certamen, porque es increíble el talento que hay en este país, pero me quedo contenta con saber que me animé y que es uno de los tantos castings a los que asistiré, ya que estoy segura que voy a ser cantante y que mi sueño se va a convertir en realidad.

 

 

 

«Cuando la música no puede curarlo todo»

Por Nadia Sotelo

El día comenzó tan bien, mucha gente juntándose y disfrutando el día del amigo y por el otro lado una noticia que nos dejó helados a todos los fanáticos de la música y en especial del rock. Hoy, el mundo del arte perdió a un genio con una voz especial y particular: Chester Bennington, líder de la fabulosa banda Linkin Park.

Para aquellos que estamos en los 20 o para los adolescentes que se inician en este bello mundo musical, es un baldazo de agua fría. Una voz que se apaga, la imposibilidad de verlo en vivo y lo peor de todo es que fue un suicidio. Últimamente muchos cantantes han decidido esta vía para desaparecer de este mundo, la plata no puede llenar ese vacío que los persigue y las drogas y alcohol han hecho estragos en su mente, hundiéndolos en una depresión de la cual no pueden salir por más terapia y compañía familiar que tengan. Chester fue abusado y es algo que no se puede describir, un horror, un sentimiento de angustia, amargura y dolor; la música es una compañera que te atenúa y te ayuda a librarte de tus demonios, pero en sí, para personas que han sufrido acontecimientos tan traumáticos, son un camino de escape, una forma de tapar algo que al final termina invadiéndolos y vuelve a resurgir.

Como amante de la música, en la que pongo toda mi alegría y en la que me deshago de lo malo que me brinda el mundo, me llenan de tristeza esas noticias de fallecimientos y de muertes que la envuelven. Ella da paz, te salva, te da amor; pero a la vez no significa lo mismo para todos, a veces no puede curar sentimientos tan profundos, tan íntimos. Da libertad para el que quiera liberarse o para el que pueda, no todos pueden dejar atrás el pasado. El pasado invade tanto que te penetra por completo, no te permite avanzar. Aunque los cantantes que nos emocionan viven una vida de desolación y tormento, nos brindan su arte y nos permiten ser felices y continuar en esta vida.

Hoy Chester dijo basta, no aguantó más, dejó a seis hijos y a una banda sin líder; hoy también murió Linkin Park. Aunque siempre vivirá por sus fanáticos, él ya no estará y nada será lo mismo. Soy tan feliz de poder escuchar música, de disfrutarla, sentirla y cantarla; pero me rompe el alma que alguien que nos dio tanto, se sintiera tan mal por dentro y que no hubiera nada, incluso la música, que pudiera salvarlo. Su voz y su forma de pisar el escenario fueron estupendas, quedarán grabadas en mí, cada vez que escuche sus temas.

 

«La Música es mi Vida»

Por Nadia Sotelo

¿Qué sería de mí sin la música? Es una buena pregunta. Todos los sentimientos que vivo y todas mis emociones se relacionan con ella. Decir que es una obsesión es una noción corta, porque traspasa mi ser, me lleva a horizontes lejanos y me hace elegir quedarme todos los días a vivir esta vida. A veces me siento muy triste, muy sola, con problemas existenciales, con nudos mentales, con miedos que me impiden avanzar, pero ella no me abandona. Me acompaña a dónde voy, me da la alegría para continuar.

Desde chiquita supe lo que quería ser. Sabía que era imposible, quise taparlo haciendo otras cosas, pero cuando tu corazón te dicta la verdad no hay nada que se pueda hacer. Mi sueño siempre ha sido la música; no me importa sino llego a ser cantante, por lo menos necesito estar rodeada de gente que lo sea, de canciones, de letras, de músicas, de experiencias con sonidos. No logro desconectarme de la música, cada vez que salgo a la calle siento la necesidad de llevar un MP3, mi gran amigo desde hace casi una década. Fue mi regalo de los 15 años y hoy con 24 lo disfruto con todo. Estar sin música me cuesta, de hecho no puedo, cada vez que voy a la facultad y tengo que cursar y escuchar al docente a cargo, sacarme los auriculares ¡me mata! Pero sé, que también debo tener un descanso de mí enamoramiento, porque a veces hay que desconectar y conocer otras cosas de la vida.

Y aunque sé que tendría que pensar en tener un futuro financiero, de mantenerme estable para vivir y de conseguir un empleo que me genere dinero. No puedo dejar de sentir mi verdadero amor, lo que quiero hacer en esta vida, que es la música.

Mi infancia, adolescencia y adultez se forma de ella: canciones infantiles, creaciones con sonidos, discos y videos me rodean. Muchos dicen que soy ilusa y que no voy a lograr nada porque soy gorda, fea, petisa. La verdad las descalificaciones, ya no me interesan. En un momento, vivía sufriendo por lo que otros me decían, hoy ya no; porque considero que cada uno tiene su personalidad y tiene que hacer lo que quiera sin que a otro le tenga que importar.

Cada vez que canto me siento libre, como si no tuviera que esconderme de nada, como si estuviera volando, cada vez que escucho a un cantante me emociono porque sé que cantar es apasionante, que uno se mete dentro de esa escritura cantada, de esa vivencia hecha canción. Escribir es algo tan lindo, tan gratificante es saber que alguien se pone contento con lo que decís, que podes ayudar a tantos con tan solo un minuto de tu vida y unas palabras. Personalmente soy muy tímida, pero hay dos lugares en donde no lo demuestro y es con la música y la escritura; porque me da esa libertad que todos quieren encontrar, ese sentimiento de alegría, de amor y satisfacción.

No podría considerar a mis dos amores como hobby, porque de eso se nutre mi vida. No son un pasatiempo, son mi vida misma. La que elijo de esta forma, la manera en la que quiero vivir. Hay tanto para sufrir, que tener un minuto de alegría y saber que conseguiste tu fórmula para ser feliz es algo maravilloso, inexplicable. Mi mundo es el de las músicas, el de las emociones, el de los sentimientos, el de los deseos, el de los sueños. Me pregunto porque no logro que me guste otra cosa, algo más común, algo más seguro y no encuentro la respuesta porque sé que si no cumplo con mis sueños voy a vivir amargada y voy a morir de pena. Intenté dejar mis deseos en el pasado, pero no puedo porque soy muy infeliz. Para mí: vivir es música, sino es muerte. Esos sonidos que ingresan a mis oídos, que me endulzan la vida, que me hacen ser, son mi guía hacia el paraíso. Es mi religión, yo no creo ni confío en nada, solo hay un lugar en donde encuentro mi verdad y es en las canciones, en los sonidos, en la lectura, en la escritura.

Es mi obsesión, mi enamoramiento. Cada vez que mi voz emite una canción es pureza, no importa si no le gusta a nadie mi tono de voz. Porque sé que es el único lugar en el que soy, en donde no hay crítica que valga, ni que me importe. Allí soy egoísta, pienso en mí, está presente toda mi vitalidad. Yo me acepto sin ningún complejo solo con música. Si no existiera, la vida no sería lo mismo o me tendría que buscar otra manera de ser feliz, por suerte la encontré y de muy pequeña. No discrimino ningún género musical, hay algunos que me gustan más que otros, pero la música es vivencia, es destino, es presencia. No la cambio por nada, es fiel y sincera de por vida. Porque cuando canto lo hago desde el corazón. Capaz no logre vivir financieramente de ella, pero nunca voy a dejar de escucharla, de sentirla, de amarla. Siempre habrá un espacio en donde esté conmigo, dónde me acompañe, aunque trabaje de otra cosa: su presencia me dará la fuerza para vivir, para amanecer con una sonrisa cada mañana. Me levanto todos los días agradeciendo que voy a poder estar con ella, que me va a cuidar, que no estoy sola. Porque como dice Almafuerte: sé vos ¿Porque falsearse y mentirse? Si mi destino está en las canciones, no me voy a mentir ni a engañar. Voy a luchar por ser. De venir del jardín y ponerme mi cassette infantil, de ir a la primaria y concursar en un baile: practicarlo y hacerlo súper bien, a estar en sexto y cantar parada en las sillas a Belinda en el recreo. Empezar la secundaria con música rock, comprarme mochilas de bandas, ponerme pines, a hoy dónde curso en la facultad, viajando en subte y colectivo siempre con mi compañero, mi MP3. No hay pileta y mar en dónde no cante. En realidad toda mi vida es música.

Por eso no me importa si no tengo plata para pagar clases de canto, si no concursé en ningún programa de talentos televisivo, si nadie confía ni cree en mi talento, si nadie me escucha. Yo voy a seguir cantando, haciendo realidad mí anhelo, mi sueño, mi sentimiento y mi deseo, porque la música es mi gran obsesión. Es mi vida.

 

GUSTAVO REMESAR: “EL GANADOR OLVIDADO”.

Por Nadia Sotelo

De Longchamps a Longchamps, así de simple es su vida.

El ganador del concurso de talento musical federal, que nació y vivió toda su vida en esa zona, es el menor de tres hermanos y siempre se sintió mimado por estos.

Su madre ama de casa y cantante no profesional cordobesa, que alguna vez cantó en una radio y le inculcó el amor hacia la música, en cambio su padre siempre se ocupó de los negocios y no tenía ninguna relación con el ámbito artístico. Los hermanos Remesar se criaron juntos, pero existía una diferencia notoria en las edades lo que hizo a Gustavo diferente.

Según Gustavo, sus hermanos lo malcriaban y lo consentían. Con su hermano mayor se llevaba 12 años, quien falleció. Le quise preguntar por qué había muerto, pero me respondió que era un tema delicado y del cual no quería hablar. Con su hermana se lleva 9 años.

No puede soportar mucho tiempo sin estar en su barrio ¿Capital Federal? Ni loco me respondió. Yo soy del conurbano, para mi es sencillo estar en mi tranquilidad. Porque Buenos Aires es una locura, un caos. Pero es la victoria de cualquier cantante.

En el concurso se lo conocía como el carnicero del pueblo, cuando en realidad nunca lo fue. Resulta que brindó un show a la esposa de un hombre que trabajaba en un frigorífico y esta le ofreció un empleo como repartidor de carne y él aceptó. El trabajo de músico es muy complicado y no se puede vivir sólo de eso, por eso tenemos que hacer actividades paralelas. No soy Lerner ni Patricia Sosa, aunque me fascinaría tener el poder de vivir de lo que me gusta sin tener que generar ningún otro esfuerzo que no sea la música.

¿Por qué nunca se aclaró en el concurso que no eras carnicero? Lo que pasó, fue que en el casting tenía que poner cual era mi profesión y en ese momento no tenía una actividad extra, solamente hacía shows y puse carnicero, porque me desempeñaba en el rubro de la carne, aunque nunca ejercí el rol de carnicero.

Sin embargo, el show causó popularidad por la pareja de carniceros en el que Walter Sosa, conocido también como «carnicero» brindaba shows con vos. ¿Él tampoco es carnicero? El caso de Walter es diferente, él si fue carnicero y nos hicimos amigos, porque yo le entregaba la carne para que él la vendiera en su local. Ambos somos músicos y ya no nos dedicamos al rubro de la carne.

Me acuerdo de que nos invitaron al programa de Maru Botana y Sergio Lapegue y me pidieron que cortara en vivo una res, para que Maru la cocinara; yo me negué de buen modo, porque si no se sabría que nunca fui carnicero.

¿Los suelen contratar juntos para algún show? La verdad es que no, el reality terminó y la gente se olvida de los que alguna vez ganamos un concurso por televisión.

Gustavo tenía un destino en esta vida y era la música. Tal es así, que a los 4 años ya sabía tocar la guitarra y a los 11 participó en su primer concurso de canto. La familia no estaba de acuerdo, pero tanto insistió, que el mimado lo consiguió. Nunca se sintió un niño normal, si bien iba al colegio, por otro lado se perfeccionaba y cantaba en los lugares que podía conseguir a su corta edad. Sus padres nunca lo presionaron, pero le dijeron que si su destino era cantar, debía tomárselo con seriedad. El concurso en el que incursionó se llamaba “Rumbo a la fama”, cuyo conductor era el gran Leonardo Simons. Llegando a las etapas finales del concurso, el pequeño Gustavo logra grabar su primer disco bajo la discográfica Polygram, que hoy día es Universal Music. Se trató de un cancionero melódico infantil que competía con discos como los de Margarito Tereré o María Elena Walsh.

La posibilidad de tener su primer disco, lo sacó del concurso; ya que estaba prohibido tener un contrato con una discográfica y a la vez participar de un certamen musical. Se ve que nunca aprendió su lección; ya que al ganar el “Soñando por cantar”, decidió renunciar a su premio que consistía en hacer 20 shows en el interior del país, por tomar trabajos con los que había acordado participar. De modo, que solo cumplió con 5 shows que se habían publicitado en distintos programas de la productora de Marcelo Tinelli y Cristóbal López, llamada Ideas Del Sur.

El falso carnicero, se enteró del concurso de canto “Soñando Por Cantar” a través de la televisión. Le pareció una idea muy interesante; ya que permitía la participación de mayores de 35 años. Él contaba con 42 en ese momento, había preparado dos canciones una era “O sole mío” que lo convirtió en el carnicero lírico y la otra era “Granada”. Haciendo el casting, un participante que se encontraba delante de él le dijo que se había equivocado de certamen y que tenía que ir a “Cuestión de Peso”. Él lo analizó y se iba a ir a su casa, pero se dijo “no”, este es el momento que esperé toda mi vida y lo voy hacer realidad. La suerte no fue tan buena para el chico que le dijo que se fuera al otro reality; ya que no logró pasar ni la primera etapa.

Cuando por fin logró pasar las etapas y quedó para el vivo, no lo podía creer; ya que no se acercaba a la televisión desde aquella vez, en la que había quedado descalificado por firmar contrato con una discográfica. Se encontraba con prejuicios debido a su obesidad y a su edad, pero eso no lo detuvo para encarar una de las tareas más difíciles pero a la vez más hermosas que tiene este artista, la de cantarle al público. Cuando empezó a cantar fue un torbellino, los jurados del certamen se enloquecieron y Mariano Iúdica, quien fuera el conductor con su famosa frase “dale” le pidió que tocara un pedacito de otro tema y Gustavo cantó “Only you”, demostrando el potencial que tenía como cantante en distintos ritmos y en diferentes idiomas. Era un políglota de la canción.

Lo llamativo de esa emisión, fue que por única vez en todo el concurso hubo un solo ganador en la gala y ese fue Gustavo, a la vez que era el primer programa en el teatro “Niní Marshall” ubicado en la localidad del Tigre.  Ese día antes de subirse al escenario, Remesar sabría qué cambiaría su vida. “Soy creyente y al terminar mi turno prendí mi celular y tenía 25 mil mensajes”, evidentemente su vida había cambiado, tal vez por un corto tiempo, pero mientras tanto tenía fama, aquella que se alcanza en un reality y que luego se esfuma. Ahora era una cantante, en realidad siempre lo había sido, sólo que ahora gozaba de fama. Es decir era un cantante pseudo famoso.

Casado con Laura, su mujer de toda la vida y siendo padre de 7 hijos, entre los cuales seis son mujeres, acercó al público la cotidianeidad de la vida, que también puede reflejarse en un concurso de canto. A los 15 años dejó la escuela, hoy se arrepiente; porque dijo que no fue por cuestión de que tenía que optar por cantar o estudiar, sino que le agarró la etapa de rebeldía. Estuvo ocho años sin cantar, no me quiso decir cuál fue la razón, pero en ese momento se volvió creyente y tuvo a su primera hija. Tal vez el dinero no le alcanzaba, quizás se había cansado de la inestabilidad laboral que presentaba su carrera, pero esa son conjeturas que saco yo, la verdad que no tengo certezas sobre ese acontecimiento.

El certamen siempre se caracterizó por tener un futuro incierto, en un principio iban a ser cinco especiales, después tuvo un período de seis meses y se cortó; todo esto ocurrió en el 2012. En el 2013, por fin hubo una segunda temporada que consistía en elegir a un ganador entre los finalistas escogidos de cada gala. Gustavo Remesar tuvo mucho trabajo en el receso de la primera temporada, pero había algo que lo desestabilizaba emocionalmente: su padre estaba muy enfermo.

El hombre que le había dado la vida, estaba perdiendo la suya. Fue una enfermedad muy larga y sufrí muchísimo, de hecho mi padre murió dos semanas antes de que me proclamaran ganador, me dijo.

Le interrogué para que me contara de qué modo hizo el “Show must go on” y me respondió que en la vida hay que disfrutar y saber separar, no podía permitir afligirme. Sin embargo me contó que esta situación no le permitió disfrutar del certamen; porque si bien estaba ganando afecto y amor del público, estaba perdiendo a una de las personas más importantes de su vida.

En ese momento empezó a llorar y yo no lo quería ver sufrir, entonces decidí pasar a otra pregunta, que seguro le despertaría felicidad.

¿Pensabas que ibas a ganar?

La vedad que no, Nadia Bianchetti tenía una voz espectacular para ganar, pero para mí le jugó mal la elección del repertorio, casi todo en inglés. En cambio, yo cantaba canciones del pueblo, aunque logré que mucha gente se acercara a la lírica con mi voz. Se ve que Gustavo no sabe que la música lírica empezó siendo popular, se cantaba en las plazas y luego adquirió el mote de “alta”, de modo que para mí no acercó culturas mediante su voz.

Gracias al concurso Gustavo adquirió popularidad y hoy día puede vivir de la música haciendo shows, como el que brindó en la Rural este fin de semana en una inauguración de insumos industriales de petróleo, pero no consiguió dejar su segundo trabajo que es el de compra y venta de vehículos.

¿Te gustaría que hubiera un nuevo “Soñando”?

La verdad es que no, quiero ser recordado como el ganador del único concurso de gente común en la Argentina.

¿Volverías a algún concurso?

No, porque no creo que me respeten como artista, aunque por el amor que tengo a Mariano Iúdica fui convocado junto con mi hija menor, la cual tiene 10 años, para cantar en Laten Corazones y creo que voy a aceptar.

¿Grabaste un disco?

Sí, me lo produjo Oscar Mediavilla. Lo que pasa con este tipo de programas, es que muy poca gente se acuerda de vos, por eso me preguntas si edité un disco, ya no te convocan en programas y sos inexistente. Pero la culpa lo tienen los productores que hacen los programas, porque no realizan toda la publicidad necesaria para lanzar a un artista, por eso no volvería; ya que al artista no se lo respeta.

Al último programa que asistió, fue a “Viva la tarde” emitido en C5N desde un móvil en Mar Del Plata, que estaba en sintonía con Carlos Paz en donde estaba Patricia “coki” Ramírez, conocida por cantar en showmatch en versión lenta la canción “Beso a beso” del ídolo del cuarteto cordobés “La mona jimenez”. En ese momento Remesar estaba haciendo temporada en La feliz, que desde el año 2000 es sede de su trabajo en vacaciones, canta en un restorán cerca del puerto.

Lo que lo puso feliz de esta última nota, fue que cayó un rayo atrás de él cuando estaba en el móvil. A cualquiera le hubiera asustado esta situación, pero él estaba feliz porque ese rayo recorrió el mundo, saliendo hasta en diarios ingleses con el título de “ganador de concurso de canto en Argentina se salva de milagro en medio de una nota”.

Aquel niño que luchó por entrar en la música, vive de esta. Pero la fama que generan los realitys es efímera, dura muy poco. Cualquiera tiene 30 segundos de fama, puede llegar, pero mantenerse en muy complicado.

Argentina es un país que no brinda muchos espacios gratuitos para estudiar canto, los concursos son una de las únicas formas de disfrutar un tiempo de reconocimiento y hacer música. Si se le diera un espacio a la cultura, tal vez Gustavo sería hoy Mick Jagger, pero lo único que consiguió es ser el ganador de un concurso olvidado.

Sin embargo, él acepta parte de su culpa, de no tocar más puertas para conseguir mejores espacios. Por eso este año decidió operarse mediante un balón gástrico para adelgazar; porque como él lo dijo: la imagen lo es todo y más si tenés 45 años como tengo yo.

¿Podrá conseguir un lugar importante en la música o seguirá probando y ganando certámenes sin ser reconocido y por lo tanto, siendo olvidado? Tiene una voz hermosa, ojalá logre imponerse al sistema y conseguir un puesto en los oídos de la gente, aunque si los concursos siguen así, seguirán reproduciendo personas talentosas que consiguen su momento de gloria, pero que después regresan al anonimato.