Los viernes a las 21: 30 hs se presenta “Mundito y yo”, en el teatro El Desguace (México 3694 CABA). Una obra maravillosa que cuenta con la actuación de Alberto Nores, el libreto y la dirección de Daniel Kersner, la iluminación de Lali Alvarez y, escenografía de Virginia de los Santos.
El Teatro El Desguace, es muy lindo con sus elementos de carpintería pegados en las paredes. A la hora de ingresar a la sala teatral, se puede observar una mesa de luz, un vaso con agua y un sillón en el que se encuentra una persona sentada, pero las luces dejan ver una pierna más y, con el desarrollo de la obra se entiende por qué, además de una bella melodía de tango. Mundito y yo, cuenta la historia de Edmundo (Mundito) y Roberto (Tito), dos hermanos siameses que nacieron en los años 50´.
Roberto relata la historia de su familia y de lo que les tocó vivir por tener esa condición genética, se habla de la lejanía que tuvo parte de los parientes hacia los siameses. El rechazo que sufren muchas personas por no ser lo que se acepta como normal, por ser diferentes y, que se va internalizando en la mente de las personas que día a día deben luchar consigo mismas y, con las dificultades de su cuerpo, además de enfrentarse contra las burlas y la discriminación que expresa gran parte de la población.
Se menciona sobre la importancia de los doctores y de los padres en el acompañamiento de los siameses. En este caso, los padres adoraban a los dos niños, pero tenían una carga muy fuerte que los hacía ser infelices, conduciendo a uno de ellos al alcoholismo. Un mal que surge, ante la desesperación, la melancolía y la frustración. Edmundo y Roberto, eran inoperables y, sabían que iban a tener que vivir toda su vida unidos el uno al otro. Sin embargo, cada uno tenía sus propios gustos y su intimidad; pero poseían una pierna en común que los unía siempre.
Mundito y yo muestra el sufrimiento, el desprecio y el rechazo que existe en el mundo, hacia aquel que no es igual. La crueldad desencarnada que habita en los seres humanos ante lo distinto y, la indiferencia que no brinda alternativas para que los individuos que sufren condiciones genéticas, puedan integrarse y ser tratados como iguales, con las mismas posibilidades que otros. La actuación que realiza Alberto Nores es impactante, fantástica, recrea al personaje de una manera increíble, permitiendo que el espectador transite por diferentes experiencias que van desde la risa, hasta el llanto, demostrando admiración hacia lo que se ve y esperando que la obra no termine en poco tiempo. La iluminación es magnífica, cada cambio de escena y temporalidad se marca con ella; encontrándose presente en toda la obra, acentuando la temática y brindando un clima especial para el desarrollo de la actuación.
Un espectáculo impecable, digno de admirar y para disfrutar. La emoción es imposible de ser contenida, el texto de Daniel Kersner es preciso, demostrativo y creíble. No se habla mucho acerca de este tema en los medios, ni en las escuelas: ser siamés es una problemática con la que conviven millones de seres humanos y con la que deben combatir a diario, resistiendo las injusticias de una sociedad que no está preparada para lo diferente, que juzga y no propone soluciones, ni ayuda para la integración, ni busca el bienestar de aquel que no forma parte de su familia o, de sus allegados.
Mundito y yo, es una obra para pensar y reflexionar acerca de una condición muy rara, pero que existe y debe visibilizarse. El final es muy emocionante, uno de los hermanos sufrirá un acontecimiento determinante y el otro, lo apoyará y no querrá dejarlo solo. Una obra que llega al corazón de cualquiera que tenga sentimientos y, la cabeza abierta para aceptar al otro. Todas las personas son diferentes y viven distintas pruebas en la vida, pero cuando el desafío es el propio cuerpo y la estigmatización social, las posibilidades de una vida plena y feliz, se hacen cada vez más difíciles. Se celebra que existan este tipo de obras, que invitan a conocer sobre realidades de las que no se tiene conocimiento. Es grato y maravilloso, ver tanto profesionalismo es escena sobre un tema tan complicado, el público sale emocionado y el aplauso se refleja con mucha presencia marcando la aprobación absoluta de la obra.
El nombre que lleva la obra es el indicado, antiguamente era muy común el uso de los sobrenombres y, queda espectacular. Cuando Alberto Nores en el papel de «Roberto/Tito» menciona que “no se elige ser siamés, sino leal”, establece la posición de la dignidad humana, la de pensar en el otro, la de ayudar a que nadie se sienta inferior y diferente, a no dejarlo solo y, a tener a alguien en quien apoyarse. Es una obra emocionante, desgarradora por momentos, pero que permite una atención increíble por parte del espectador y, que llega hasta el alma. ¡La recomiendo!
FUNCIONES:
Teatro: El Desguace (México 3694 CABA)
Viernes 21:30 hs
Duración: 55 minutos
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FICHA TECNICA:
Dramaturgia: Daniel Kersner
Actúa: Alberto Nores
Música: Federico Kersner
Vestuario: Virginia de los Santos
Escenografía: Virginia de los Santos
Iluminación: Lali Alvarez
Fotografía: Inés Viqueira
Diseño Gráfico: Romina Ferrero
Dirección: Daniel Kersner
Asistencia de direccion: Patricia Samaniego
Redes: Antonella Steinle
Prensa: Carla Rosaria Maieli