Por Nadia Sotelo
Los jueves de abril se cubrieron de teatro en Área 623 (Pasco 623, CABA) a las 20:00 hs, con la obra “Telarañas”. Esta gran pieza artística cuenta con la dramaturgia de Eduardo Pavlovsky, la dirección de David Bogado, el diseño de luces de Mico De La Llana, diseño sonoro de Nicolás Selvaggio y como asistente de dirección se encuentra Josefina Barrera. Los actores que interpretaron esta cruda, pero necesaria historia por todo lo que muestra y hace reflexionar son Romina Stampone, Nicolás Cayol, Nicolás Acosta y David Bogado.
Telarañas es una obra sumamente necesaria, en donde se evidencian las relaciones de violencia que pueden presentarse en un sinfín de familias y que ocurre mucho más de lo que se dice. Los niños son los más perjudicados en este tipo de relaciones, en las que deben aguantarse los golpes, los gritos, una casa sin amor e imposiciones que no siempre deberían aprender para el desarrollo de su vida. El desprecio es un aspecto central de este espectáculo que, entre la tragedia y el drama propuesto, experimenta algunos momentos de comedia.
Como se primer punto se presenta a un padre de familia que es fanático del club deportivo Lanús, no le importa nada más en el mundo. Su único deseo es que su niño se convierta en un hincha más del club, aunque a este no le gustara, porque su argumento corresponde a una posición que todavía se sigue remarcando “los hombres tienen que ir a la cancha para hacerse hombre”.

Otra escena es sobre el festejo del cumpleaños del menor, donde se muestra que no se encuentra disfrutándolo, por lo que lo tildan de desagradecido, lo agreden. Una de las cosas que disfruta el chico es mirarse al espejo, pero su padre lo desprecia, le indica que nunca será un hombre de verdad. De hecho, en un momento el adulto expresa un sentimiento devastador sobre su pequeño, el cuál no tiene interés para él; ya que como el mismo lo dice “no lo miro, no pierdo tiempo en cucarachas”. Comparando a su hijo con un insecto que vive en la suciedad y produce enfermedades.
En telarañas, hay un montón de historias de violencia familiar y de abuso de los padres hacia los hijos. El final es realmente impactante, para preguntarse sobre el trato que se les debe dar a los pequeños, en la sociedad conviven un sinfín de estas problemáticas y suelen ocultarse. Hacer visibles los problemas es, la mejor decisión que se puede hacer para solucionar estas vidas y vivencias traumáticas y que muchas veces, arruinan la existencia. Los actores son excelentes, por más obras de este estilo. Hablar siempre, ocultar y callar jamás.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Actúan: Romina Stampone, Nicolás Cayol, Nicolás Acosta, David Bogado
Escenografía: Julieta Capece
Realización escenográfica: Hernán Gonzalez
Vestuario: Julieta Capece
Diseño de Luces: Mico De La Llana
Diseño Sonoro: Nicolás Selvaggio
Fotografía: David Bogado, Daniela Morán
Asistente de Dirección: Josefina Barrera
Prensa: Kevin Melgar (0KM Prensa)
Dirección y Puesta en Escena: David Bogado